Mathew Rosengart desempeñó un papel crucial en el reciente capítulo de la vida de Britney Spears. En julio de 2021, la cantante de “Circus” lo contrató como su abogado para poner fin a la tutela que la había restringido durante trece años. Ese mismo mes, Spears ofreció un testimonio conmovedor ante la jueza Brenda Penny, obteniendo finalmente el derecho a elegir su propia representación legal, que hasta entonces estaba bajo control de sus tutores.
En apenas cuatro meses, la jueza Penny concedió la solicitud de Spears, devolviéndole el control de su vida y carrera en noviembre de 2021. Rosengart ha sido su abogado durante los últimos tres años, ocupándose de resolver los asuntos legales pendientes. Sin embargo, su relación profesional ha llegado a su fin, una decisión que Rosengart ha querido dejar claro no está motivada por problemas con la princesa del pop ni desacuerdos.
Britney Spears resuelve la disputa legal con su padre
“Ha sido un honor servir como abogado litigante de Britney, trabajar con ella para lograr sus objetivos en la obtención de la suspensión ordenada por el tribunal de su ex tutor, seguido por la restauración de sus derechos fundamentales y las libertades civiles, sin dejar de protegerla y, más recientemente, para liberarla de todos los litigios pendientes y los procedimientos judiciales de sucesión bizantinos. Como siempre he dicho, el mérito es de Britney”, mencionó en un comunicado al portal The Hollywood Reporter.
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De hecho, ahora que no hay litigios pendientes, Britney ya no necesita sus servicios legales, algo que Rosengart esperaba lograr desde el principio. En una declaración anterior en abril, el abogado enfatizó que no procesos activos en su contra, un logro que Britney valora profundamente, ya que desea evitar los tribunales y no verse envuelta nuevamente en disputas legales.
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Mathew Rosengart: Más que un abogado, una figura paternal para Britney Spears
Pero más allá de su papel como abogado, Rosengart ha sido una figura paternal para Britney. La propia cantante ha reconocido su apoyo, especialmente cuando recientemente enfrentó una situación complicada en el Chateau Marmont en West Hollywood, siendo Rosengart el primero en acudir en su ayuda después de que los paparazzi la fotografiaran en una situación incómoda.