Dos padres de Florida fueron arrestados esta semana tras un violento incidente ocurrido en una escuela secundaria en la ciudad de Deltona. Jorge Rivera y Dagmarie Aponte Iturrino, de 46 y 45 años respectivamente, enfrentan múltiples cargos, tras agredir a una oficial de recursos escolares y robarle su taser.
Los hechos se produjeron en medio de una reunión escolar, cuando una discusión sobre el trato disciplinario hacia un compañero de su hijo derivó en un altercado físico que terminó con la agente hospitalizada. Conoce todos los detalles de este caso en el centro del Estado del Sol.
El ataque de dos padres a una empleada de una escuela en Florida
El incidente se desató durante una reunión en la oficina de la agente escolar, quien había informado a los padres que no se presentarían cargos contra un estudiante que, según el reporte, había lanzado un zapato a su hijo de 11 años. Insatisfechos con la respuesta, Rivera y Aponte Iturrino comenzaron a insultar a la agente y a exigir que se tomaran acciones más severas.
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Ante la confrontación verbal, cada vez más agresiva, la oficial les pidió que se marcharan del lugar. Sin embargo, en un pasillo del edificio escolar, la situación pasó a mayores y acabó de la peor manera.
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Aponte Iturrino empujó a la agente para que su esposo pudiera golpearla en la cara y así arrebatarle su taser. Este acto de violencia fue captado por la cámara corporal de la oficial y más tarde fue divulgado por la Oficina del Sheriff del Condado de Volusia.
Las consecuencias del ataque en esta escuela de Florida
La agente, que inicialmente se encontraba en el suelo tras el ataque, logró ponerse de pie y desenfundó su arma, con la cual le ordenó a Rivera que soltase el taser. Posteriormente, arrestó a la pareja y la puso bajo custodia.
La agente fue atendida por paramédicos debido a una posible conmoción cerebral y fue trasladada a un hospital. Por su parte, el sheriff del condado de Volusia, Mike Chitwood, expresó su indignación por el hecho, al que calificó como un ataque innecesario e irracional.
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“No hay razón para que un agente sufra una conmoción cerebral por algo tan trivial”, declaró Chitwood. Las autoridades continúan investigando el incidente mientras los padres enfrentarán cargos graves por su comportamiento.
