El 8 de julio, el huracán Beryl azotó Texas y dejó severas consecuencias en el territorio, producto de las inundaciones y los destrozos en las infraestructuras. Cientos de hogares se quedaron sin suministro eléctrico, por lo que muchos utilizaron generadores para soportar la creciente ola de calor que afrontaba el Estado de la Estrella Solitaria. En los últimos días, se reportaron 400 residentes hospitalizados por envenenamiento.
La causa principal es intoxicación por monóxido de carbono y los expertos en salud lo asociaron al uso de generadores que desprenden este gas, según informó Texas Tribune. Alrededor de 400 personas del estado acudieron a los centros de emergencia y la cifra se situó por encima de la registrada tras la helada del 2021.
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En tanto, dos personas fallecieron en el condado de Harris por intoxicación de CO, según detalló el jefe de la División de Gestión de Emergencias de Texas, W. Nim Kidd.
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Las muertes fueron vinculadas con los generadores de electricidad utilizados tras los importantes cortes de energía en Texas, como sucedió hace tres años, cuando se registraron 10 fallecimientos luego de una potente tormenta invernal.
¿Qué pasa con los detectores de CO en Texas?
Una familia de Cleveland fue trasladada por los servicios de emergencias al Hospital Memorial Hermann en Houston, luego de presentar mareos y dolor de cabeza tras pasar una noche con el generador conectado para combatir la ola de calor en su vivienda. El diagnóstico fue de intoxicación y envenenamiento por este gas que desprenden los dispositivos.
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Cuando sucedió la helada del 2021, Texas era uno de los seis estados que no exigían detectores de CO en las viviendas. Posteriormente, los legisladores estatales actualizaron los códigos de construcción en las casas a partir del 2022, pero muchas ciudades podían elegir no implementar esta norma.