La costa de Texas enfrenta una nueva amenaza silenciosa. Lo que a simple vista parecen objetos inofensivos arrastrados por la marea esconden un problema creciente. La aparición recurrente de estos elementos en las playas ha encendido las alarmas, pues su impacto en la vida marina podría ser mucho mayor de lo que parece.
El biólogo marino Jace Tunnell, del Instituto de Investigación Harte, descubrió recientemente uno de estos artefactos en Corpus Christi. Se trata de un dispositivo de agregación de peces (FAD, por sus siglas en inglés), un mecanismo utilizado en la pesca industrial del atún.
Diseñados para atraer cardúmenes y facilitar su captura, estos objetos flotantes viajan miles de kilómetros desde pesquerías en África Occidental hasta las costas del Golfo de México, donde terminan como desechos en el ecosistema.
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¿De qué manera funcionan estos artefactos en la pesca?
Según el biólogo, suelen estar formados por balsas flotantes con materiales colgantes, como redes o cuerdas, que imitan el refugio natural que los peces más pequeños buscan bajo los desechos flotantes.
Esta estructura no solo atrae a especies menores, sino que también llama la atención de depredadores más grandes como el atún, lo que los convierte en un blanco fácil para los pescadores.
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Cada FAD cuenta con una baliza adjunta que alerta a los barcos cuando se ha reunido suficiente vida marina a su alrededor. En ese momento, ellos despliegan sus redes para capturar grandes cantidades de peces con mayor eficiencia.
Muchos de estos dispositivos son utilizados por pesquerías de atún, pero las corrientes oceánicas los transportan hasta el Golfo de México y terminan acumulándose en las costas de Texas.
¿Por qué esta práctica peligra en las playas de Texas?
Tunnell explica que las redes y cuerdas de estos dispositivos pueden atrapar tortugas, aves y otros animales marinos, causándoles heridas o la muerte. Además, al quedar varados en zonas poco profundas, pueden dañar arrecifes de coral y otros hábitats frágiles.
Cada año, varios FADs llegan a la costa del Estado de la Estrella Solitaria, lo que evidencia el impacto de la pesca industrial y la acumulación de desechos en el océano. En abril, un dispositivo de bambú y cuerda apareció cerca del muelle de pesca en Galveston.
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Los expertos advierten que estos objetos pueden ser pesados y peligrosos al manipularlos. Para los conservacionistas, su llegada es una señal clara de la necesidad de reducir los desechos marinos y promover prácticas pesqueras más responsables.