Recientemente, se ha emitido una alerta sobre la actividad volcánica en el Parque Nacional Yellowstone. Aunque no se ha registrado una erupción inminente, los geólogos están monitoreando de cerca la situación debido a los cambios detectados en la zona.
Un estudio reciente realizado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) revela que la actividad magmática en el supervolcán podría estar moviéndose hacia el noreste, lo que sugiere un posible cambio en su comportamiento.
Los investigadores están evaluando cómo esta alteración podría afectar la región en el futuro. El monitoreo continuo permitirá una mejor preparación ante cualquier cambio en la actividad volcánica.
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¿Qué se reveló en el estudio de la actividad volcánica en Yellowstone?
Los científicos identificaron al menos siete áreas con mayor concentración de magma, algunas interconectadas, que podrían estar alimentándose entre sí. Estos cuerpos se encuentran a profundidades que varían desde 4 km hasta 46 km bajo la caldera, llegando incluso a estar tan cerca como 4 km de la superficie en ciertas zonas.
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Además, el análisis mostró que la actividad volcánica en el oeste de la caldera parece estar disminuyendo, mientras que las futuras erupciones podrían ser más probables en el noreste de Yellowstone.
Esta zona, en particular, podría contener hasta 275 kilómetros cúbicos de roca fundida, lo que es comparable al volumen de magma liberado durante la erupción de Mesa Falls hace más de un millón de años, una de las erupciones más significativas de la región.
¿Cómo hicieron los estudios en Yellowstone?
Para estudiarlo, un equipo de investigadores del USGS utilizó un método innovador basado en variaciones en el campo magnético de la Tierra. Este enfoque electromagnético permite obtener una visión detallada de la estructura de la corteza terrestre sin tener que realizar perforaciones profundas.
La sismóloga Ninfa Bennington, quien lideró el estudio, destacó que esta técnica es especialmente útil para comprender las complejidades del sistema volcánico del histórico parque.
El “Hotspot de Yellowstone” es una de las fuentes de magma más potentes del planeta, alimentando un sistema volcánico que ha experimentado tres grandes erupciones en los últimos 2.1 millones de años.
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Estas erupciones han sido tan grandes que liberaron cientos de kilómetros cúbicos de ceniza y lava, con efectos significativos sobre el medio ambiente. Los expertos también señalaron que la riolita, un magma espeso y altamente explosivo, es responsable de muchas de las erupciones más poderosas de la región.