El gobernador de Florida, Ron DeSantis, enfrentó duras críticas tras el anuncio de una medida que afectó a la alimentación de más de dos millones de niños. El Departamento de Niños y Familias, a través de su portavoz Mallory McManus, informó que el estado rechazó más de 250 millones de dólares en fondos federales destinados a la asistencia alimentaria.
Los fondos provenían del programa SUN Bucks del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, que entregaba 120 dólares adicionales por niño durante el verano. Este apoyo estaba destinado a los padres de los 2.1 millones de menores de edad que reciben almuerzos gratuitos o a precio reducido durante el año escolar en el Estado del Sol.
Mientras DeSantis criticó lo que percibió como “una extralimitación del gobierno federal”, defensores de la nutrición infantil temen que esta medida se repita de cara al 2025 y aumente la vulnerabilidad de los niños durante los meses de verano, cuando las familias enfrentan mayores dificultades para proporcionar comidas nutritivas.
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¿Qué otros estados se opusieron a esta medida?
Además de Florida, otros 15 estados optaron por no participar en el programa SUN Bucks. Las razones incluyeron costos administrativos y preocupaciones sobre el impacto de las tarjetas EBT en la nutrición infantil y la obesidad.
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Esta postura generó críticas de defensores de la nutrición infantil, quienes argumentaron que estos fondos son vitales para apoyar a más de 613.000 niños en situación de pobreza alimentaria en todo el país.
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Este debate apuntó a la importancia de un enfoque equilibrado entre la autonomía estatal y el compromiso federal en la lucha contra la inseguridad alimentaria infantil. Mientras los defensores continúan presionando por una solución que proteja a los niños más vulnerables, insisten en que se proclamen políticas que apoyen el bienestar de millones de niños en todo Estados Unidos.