- Checa cómo están las cosas en California tras un año del nuevo salario mínimo.
- ¿Qué piensan los sindicatos y empresarios sobre esta medida?
- ¿Cuáles fueron los últimos incrementos?
Después de un año de que el gobernador de California, Gavin Newsom, aprobara un nuevo salario mínimo para algunos trabajadores del territorio, la iniciativa provocó múltiples debates sobre sus efectos. Conoce cómo están las cosas actualmente en el estado y qué piensan tanto los sindicatos como los empresarios.
En abril del 2024, el Estado Dorado comenzó a aplicar una nueva ley con la que los empleados de comida rápida empezaron a cobrar 20 dólares la hora. Esta disposición, que benefició a gran parte de la población, también implicó un histórico aumento del 25% en el sueldo básico de estas personas, lo que significó además grandes cambios para las cadenas nacionales con más de 60 sucursales, donde rige la normativa.
¿Cuál fue el impacto del incremento del salario mínimo en California?
Esta reglamentación, según las autoridades californianas, benefició a nueve de cada 10 trabajadores entre los 750,000 que hay en los restaurantes de comida rápida. “Encontramos que la medida subió en promedio la paga por hora un notable 18% sin reducir el empleo”, habían señalado en septiembre algunos economistas de las universidades de Berkeley y Davis.
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Sin embargo, los empresarios no estuvieron de acuerdo con el análisis y pidieron otro informe a Stephen Bronars, un economista de la Universidad de Chicago. Este demostró que la iniciativa habría frenado el crecimiento del sector debido a los despidos de entre 9,600 y 19,300 trabajadores en los primeros seis meses de ajuste.
¿Qué pasó con los precios de los alimentos tras este aumento salarial?
Especialistas de la Universidad de California calcularon que el incremento trasladado al consumidor fue de un 3.7%, unos 15 centavos en una hamburguesa de cuatro dólares. “La demanda por la comida rápida hace que su precio sea inelástico, por lo que un aumento a los precios se tradujo en mayores ingresos a los dueños de las franquicias, que pagan una cuota fija para mantener los royalties de las compañías matrices”, dijeron.
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Asimismo, los propietarios de estos locales afirmaron que el 70% de los establecimientos tuvieron que disminuir su personal. “Simplemente, no podemos sobrevivir otro incremento al salario”, remarcaron en una carta al gobernador.
