A partir de este miércoles 1 de enero, los conductores de Texas ya no tendrán que realizar inspecciones de seguridad para registrar sus vehículos. Esta medida, establecida por la aprobación del proyecto de ley 3297 de la Cámara de Representantes, elimina un requisito que llevaba vigente durante décadas en el estado.
El fin del programa de inspección ha generado opiniones divididas. Para muchos conductores, representa un alivio frente a un proceso considerado innecesario. No obstante, también plantea desafíos para los negocios locales dedicados a las inspecciones vehiculares.
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Sin embargo, el cambio no implica la desaparición de los costos asociados, ya que ahora se cobrará una tarifa de reemplazo de 7.50 dólares al momento de renovar el registro. Conoce todos los detalles de esta importante modificación.
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Un cambio esperado por años en Texas
El representante Cody Harris, autor del proyecto, destacó que la eliminación del programa estaba pendiente desde 1976, cuando el gobierno federal dejó de exigir inspecciones anuales. Según él, el impacto del programa en la seguridad vial no justificaba su continuidad.
A partir de ahora, los texanos podrán renovar su registro sin inspección previa, incluso si este se encuentra vencido, aunque deberán realizar el trámite en persona en la oficina del recaudador de impuestos. Este cambio también marca el inicio de un periodo de transición en algunas áreas.
Impacto económico en una industria clave en Texas
Mientras tanto, la eliminación de las inspecciones ya afecta a las estaciones certificadas, muchas de las cuales han decidido cerrar debido a la disminución de la demanda. Este cambio deja a operadores pequeños, como talleres familiares, en una posición vulnerable.
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Aunque la medida alivia a los conductores locales, también abre un debate sobre el impacto económico y ambiental a largo plazo en el Estado de la Estrella Solitaria.
