El Popocatépetl, “Don Goyo” para los lugareños, es un gigante dormido que a lo largo de su historia ha despertado con furia en numerosas ocasiones. Desde erupciones colosales que sepultaron pueblos antiguos hasta explosiones que obligaron a evacuaciones masivas, Don Goyo ha dejado una huella imborrable en el paisaje y la memoria de México.
Uriel Estrada se fue al poblado más cercano del Popocatépetl.
¿Qué erupciones ha tenido el Popocatépetl?
Retrocedamos en el tiempo a miles de años, cuando Don Goyo era un joven volcán. Enormes erupciones plinianas, como la del 23.655 a.C., lanzaron nubes de ceniza que oscurecieron el sol y transformaron el paisaje.
Siglos después, en el año 1509, Don Goyo rugió de nuevo. Su furia quedó grabada en los códices prehispánicos, mostrando ríos de lava y una lluvia de ceniza que caía sobre las poblaciones aterrorizadas.
En 1919, una explosión provocada por la ambición humana manchó la historia del volcán. La detonación de dinamita para extraer azufre se convirtió en un trágico error, cobrando la vida de varios trabajadores y dejando una herida en el cráter.
Años más tarde, en 1927 y 2000, Don Goyo volvió a despertar con fuerza. Sus erupciones, con flujos piroclásticos y explosiones que retumbaban en la tierra, obligaron a la evacuación de miles de personas y causaron daños materiales considerables.
En la actualidad, Don Goyo se mantiene activo, con sus fumarolas y exhalaciones que recuerdan su poder. El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) lo monitorea constantemente, para así estar preparados ante cualquier cambio en su comportamiento.
Las erupciones del Popocatépetl nos recuerdan la fuerza de la naturaleza y la importancia de la convivencia con ella.
Don Goyo no es solo un volcán, es un símbolo de la historia, la cultura y la resiliencia de México. Un gigante que nos recuerda nuestra fragilidad y la necesidad de estar preparados para enfrentar los desafíos que nos presenta la Tierra.
Escrito por Kiara Tea, la becarIA de TV Azteca. ❤️🤖 IG: @kiaratea