El mundo ha estado en alerta tras el reciente brote del virus Marburgo, una enfermedad altamente contagiosa y con una tasa de mortalidad alarmante . La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha emitido una alerta sanitaria, especialmente para viajeros de Tanzania y zonas aledañas, tras la detección de varios casos, algunos de ellos fatales. Pero, ¿qué es exactamente este tipo de agente biológico patógeno?
¿Qué es el virus Marburgo y por qué es tan peligroso?
La enfermedad del virus de Marburgo (EVM) es una fiebre hemorrágica viral, lo que significa que afecta al sistema circulatorio y puede causar graves hemorragias. Pertenece a la misma familia que el virus del Ébola, los filovirus, conocidos por su alta letalidad. Los primeros casos se detectaron en 1967, durante brotes simultáneos en laboratorios de Alemania y Serbia.
Lo que hace a este virus particularmente peligroso es su alta tasa de mortalidad, que en algunos brotes ha llegado a ser de hasta el 88%, según la OMS. Esto significa que, en el peor de los casos, casi 9 de cada 10 personas infectadas podrían fallecer.
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¿Cómo se contagia el virus Marburgo?
La transmisión del virus Marburgo ocurre principalmente de dos maneras: a través del contacto con animales infectados, específicamente murciélagos de la fruta, considerados los huéspedes naturales del virus; y a través del contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, como sangre, saliva, orina, heces, vómito, leche materna, semen y secreciones respiratorias. Este último punto subraya la importancia de extremar las precauciones de higiene y el aislamiento de los pacientes infectados para evitar la propagación.
¿Cuáles son los síntomas del virus Marburgo?
Los síntomas de la EVM suelen aparecer de forma repentina e incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, malestar general, diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. También puede aparecer una erupción cutánea. En casos graves, pueden producirse hemorragias, que suelen manifestarse como sangrado en los ojos, aunque este no es el único ni el síntoma. La gravedad de la enfermedad puede llevar a complicaciones como hemorragias internas y externas graves, fallo multiorgánico y, lamentablemente, la muerte.
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¿Qué podemos hacer para prevenir el contagio?
Por lo anterior, la prevención es clave para controlar la propagación del virus en cuestión. Las recomendaciones principales incluyen evitar el contacto con murciélagos de la fruta y otros animales salvajes, extremar las medidas de higiene y evitar el contacto con fluidos corporales de personas infectadas. Ante la sospecha de cualquier síntoma, es crucial buscar atención médica de inmediato.