La Viruela del Mono, también conocida como MPOX, ha captado la atención de todos luego de que este miércoles la Organización Mundial de la Salud declarará una emergencia sanitaria internacional por brote de esta enfermedad.
Este virus, que hasta hace no mucho tiempo era poco conocido fuera de ciertas regiones de África, ahora se ha expandido a nivel global, planteando nuevos desafíos para la salud pública. Aunque la mayoría de los casos son leves y se resuelven por sí solos, es importante estar al tanto de las posibles secuelas que pueden surgir tras la infección.
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¿Cómo se contagia la Viruela del Mono?
Para empezar, es importante destacar que la Viruela Símica se contagia principalmente a través del contacto cercano con personas o animales infectados. También es posible contagiarse al estar expuesto a secreciones respiratorias durante un contacto prolongado y cercano, como una conversación cara a cara. Además, los objetos contaminados, como ropa de cama o utensilios, pueden ser fuentes de transmisión, al igual que las relaciones sexuales.
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¿Cuáles son las secuelas de la Viruela del Mono?
Aunque la mayoría de las personas se recuperan completamente de la Viruela del Mono en unas pocas semanas, algunos pueden experimentar secuelas a largo plazo. Los expertos están estudiando cuidadosamente estos efectos residuales:
- Cicatrización: La principal preocupación es cómo cicatrizan las lesiones cutáneas. En algunos casos, pueden quedar marcas visibles, especialmente si las heridas se exponen al sol durante la fase aguda de la enfermedad.
- Hiperpigmentación: Las áreas afectadas pueden desarrollar manchas oscuras que persisten durante meses después de la curación.
- Complicaciones cutáneas: En casos raros, cuando las lesiones afectan capas más profundas de la piel, el proceso de curación puede ser más prolongado y complejo.
- Fatiga post-viral: Algunos pacientes reportan cansancio persistente incluso después de que otros síntomas hayan desaparecido.
En este sentido, los especialistas recomiendan un cuidado especial de las zonas afectadas, evitando la exposición solar y siguiendo las indicaciones médicas para prevenir complicaciones.
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