Cada cultura tiene sus propias tradiciones y creencias que dan color y misterio a su calendario festivo. México, famoso por su rica amalgama de herencias culturales, no se queda atrás en este aspecto. Uno de los días más intrigantes en el país es el Día de San Bartolomé, celebrado el 24 de agosto de cada año.
Sin embargo, lo que realmente captura la atención y la imaginación de la gente es la leyenda que circula en este día: el rumor de que “el Diablo anda suelto”. Pero ¿de dónde proviene esta curiosa creencia?
El Origen del Día de San Bartolomé
El Día de San Bartolomé conmemora la vida de uno de los apóstoles de Jesús, conocido en México como San Bartolo. La fecha, el 24 de agosto, marca el día en que se dice que fue martirizado. La historia religiosa relata que San Bartolomé fue encontrado brutalmente asesinado, con su piel desollada y arrancada en vida. Este cruel destino lo llevó a la santidad y al reconocimiento en el calendario litúrgico.
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¿Por qué el 24 de agosto es el día que el Diablo anda suelto?
La tradición mexicana relacionada con el Día de San Bartolomé toma un giro sorprendente con la incorporación de una leyenda en la que el Diablo desempeña un papel central. Según la narración popular, San Bartolomé poseía una gran riqueza y era dueño de vastas tierras, especialmente el impresionante Valle de Chicama. Sin embargo, esta prosperidad desató la envidia del mismísimo Diablo.
Se dice que el Diablo y San Bartolomé decidieron resolver sus diferencias mediante una carrera. Esta competencia no era una carrera ordinaria, sino una que involucraba poderes más allá de lo humano. La carrera estaba reñida, y ambos contendientes estaban igualados. En un intento por ganar ventaja, San Bartolomé recurrió a sus creencias religiosas y se encomendó a Dios.
La intervención divina favoreció a San Bartolomé, otorgándole una ventaja insuperable. Ante la derrota inminente, el Diablo, lleno de furia y frustración, intentó una última maniobra desesperada para recuperar el terreno perdido. Sin embargo, su plan falló catastróficamente: cayó en un río y se ahogó. Esta tragedia provocó una ira aún mayor en el rey del infierno, quien quedó obsesionado con vengarse de San Bartolomé y su victoria en la competencia mística.
El 24 de agosto: un día de cautela
La leyenda del Diablo y San Bartolomé ha llevado a la creencia arraigada en algunas comunidades mexicanas de que el 24 de agosto es un día de precaución extrema. Desde las 11 de la noche del 23 hasta el final del día siguiente, se cree que ocurren eventos negativos, tanto en las acciones humanas como en los fenómenos naturales.
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