Cuidar nuestro huerto urbano es una tarea constante que requiere atención específica, independientemente del clima, especialmente en lo que respecta a mantener las plantas protegidas de las plagas, que son numerosas y pueden amenazar la salud del huerto. Entre estas plagas, la cochinilla algodonosa es una de las más comunes y, si no se trata a tiempo, puede atraer otros insectos y secar las plantas. Por ello, hoy queremos compartir un remedio eficaz para eliminarla utilizando aceite de neem.
¿Por qué sale la cochinilla algodonosa?
La cochinilla algodonosa es un insecto pequeño, perteneciente al grupo de los hemípteros, que se caracteriza por su apariencia similar al de un algodón y su habilidad para infestar plantas. Estos bichos se alimentan de la savia, lo que puede debilitar a la planta y provocar su marchitez. Además, al comer, excretan una sustancia pegajosa conocida como melaza, que puede atraer otros insectos y fomentar el crecimiento de hongos, como el moho negro, lo que agrava aún más el problema.
La cochinilla algodonosa suele aparecer en condiciones donde las plantas están estresadas o debilitadas, como en ambientes con poca luz, riego inadecuado o falta de nutrientes. También se puede propagar fácilmente a través de nuevas plantas infectadas o por el contacto con otros jardines. Su presencia es más común en climas cálidos y húmedos, donde pueden reproducirse rápidamente, convirtiéndose en una plaga difícil de controlar si no se toman medidas adecuadas a tiempo.
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¿Cómo eliminar la plaga de la cochinilla algodonosa?
Para eliminar la cochinilla algodonosa, simplemente mezcla una cucharadita de aceite de neem con un litro de agua y añade unas gotas de jabón líquido. Una vez que tengas lista la preparación, rocía directamente sobre las partes infestadas.
El aceite de neem es un insecticida natural extraído del árbol del mismo nombre conocido también como Azadirachta indica y resulta muy eficaz para combatir la cochinilla algodonosa gracias a su múltiple acción. Posee propiedades repelentes que evitan que estos insectos se establezcan y se alimenten en las plantas tratadas, lo que no solo ayuda a prevenir nuevas infestaciones, sino que también reduce la población de estos bichos.
Sumado a su acción repelente, el aceite de neem puede cubrir y asfixiar a las cochinillas algodonosas al obstruir sus espiráculos, que son los poros respiratorios. Esta acción física se suma a los efectos biológicos del aceite, lo que lo convierte en una herramienta eficaz para el control de plagas. Su efectividad en bajas concentraciones lo hace una opción económica y ecológica para quienes buscan cuidar sus plantas sin recurrir a químicos dañinos.