Sobre el tema de los sismos en la CDMX hay toda una historia y con las catástrofes de 1985 y 2017 en la memoria colectiva, los habitantes les tienen mucho respeto. Sin embargo, desde la noche del 10 de mayo de 2023, hay una nueva preocupación que deriva de estos fenómenos de la naturaleza, los cuales se llaman microsismos o sismos con epicentro en la capital.
¿Cómo diferenciar un sismo de una réplica? El especialista explica.
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¿Dónde ocurrió el último microsismo con epicentro en CDMX?
Dicho sismo tendría lugar en la zona de la alcaldía Álvaro Obregón con un movimiento brusco y rápido. Provocaría tal estruendo que alcanzaba a percibirse en las alcaldías de Benito Juárez, Cuauhtémoc y Coyoacán. No obstante, la alerta sísmica no fue activada a causa de su magnitud de 3.0, es decir, menor al umbral de 6, uno de los requisitos necesarios para que suene.
Cabe destacar que no ha sido el único microsismo registrado últimamente , ya que después del ocurrido la noche del 10 de mayo, prosiguieron más en la misma zona, casi uno tras otro, aunque de menor magnitud y por lo tanto, imperceptibles para los citadinos.
Pero ya que a menudo suceden sismos con epicentro en la Ciudad de México tampoco será el último microsismo. Desde luego, esto despierta algunas dudas con relación a los factores que los provocan y si el constante crecimiento urbano tiene que ver.
¿El creciente desarrollo inmobiliario provoca microsismos en la CDMX?
De acuerdo con el doctor Luis Antonio Domínguez Ramírez, del Instituto de Geofísica de la UNAM, el acelerado crecimiento inmobiliario en la ciudad no es un factor contribuyente:
“Es un tema bastante debatido porque, en diferentes partes del mundo, los investigadores han observado que no es así”, explicaba. “Sin embargo, hay casos excepcionales, como la construcción de la presa de las Tres Gargantas en China, que posiblemente activó fallas previamente inactivas. Pero la idea de que este tipo de actividad influya directamente es inusual”.
Ahora bien, considerando una investigación de The Guardian, algunas actividades humanas provocan sismos, tales como: la minería, la extracción de energía geotérmica, el llenado de un embalse con agua, la inyección de residuos líquidos, la inyección de fluidos generados por el ‘fracking’ (fracturación hidraúlica), las actividades y métodos convencionales de extracción de gas y petróleo.
Así mismo, recordemos que la Ciudad de México fue construida sobre un antiguo sedimento lacustre, por lo que el constante hundimiento a causa de los suelos blandos ejerce presión sobre las fallas y provoca sismos breves pero perceptibles debido al gran número de población.
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