El síndrome del intestino irritable es un trastorno funcional, digestivo y crónico, que es recurrente que se caracteriza por dolor y distensión abdominal la cual afecta a 1 de cada 10 personas. Por desgracia, el estilo de vida de los mexicanos no es el más adecuado debido a que generalmente se lleva un ritmo acelerado, afectando en gran medida a la salud.
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¿Cuáles son las causas del Síndrome del Intestino Irritable?
Por el momento se desconocen las causas posibles de este síndrome, pero se cree que es multifactorial porque participan alteraciones en la motilidad gastrointestinal, factores psicológicos y emocionales, inflamatorios o alteraciones en el microbiota.
Se vincula a ciertos trastornos dietéticos como intolerancias a cierto tipo de alimentos como la leche, café, cebolla y chocolate
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¿Cómo afecta el Síndrome del Intestino Irritable a la salud?
El síndrome del intestino irritable es el segundo trastorno funcional gastrointestinal más frecuente entre los pacientes, y y aunque no es de gravedad, afecta la calidad de vida de las personas que lo padecen.
Algunos síntomas son diarrea funcional con hinchazón abdominal, constipación funcional con hinchazón abdominal o diarrea y constipación con hinchazón abdominal.
Los casos graves de síndrome del intestino irritable los síntomas son pérdida de peso, diarrea nocturna, sangrado rectal, anemia por deficiencia de hierro, vómitos sin explicación aparente, dolor que no se alivia al expulsar gases o en la evacuación.
Estos síntomas no están relacionados con los cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de tener cáncer colorrectal.
Los especialistas hacen énfasis en que la alimentación de cada paciente que presenta este síndrome debe ser individual y adaptada a sus necesidades pero que algunas siguen medidas generales como realizar al menos cuatro comidas al día, evitar las bebidas con gas e iniciar una dieta baja en carbohidratos que están presentes en las frutas, en las verduras, en el trigo, en el centeno, en las legumbres, en alimentos que contienen lactosa y también en algunos edulcorantes artificiales. De la misma forma, esto lleva un efecto en cadena que puede afectar incluso la salud emocional debido al estrés o ansiedad, por lo que también será necesario iniciar sesiones de psicoterapia.