En la actualidad, las relaciones amorosas están en constante evolución y con ello surgen nuevos conceptos que nos permiten entender nuestras vivencias y las de quienes nos rodean. Uno de estos términos es el “síndrome de Tarzán”, que puede afectar a algunas personas en sus vínculos afectivos. Si te interesa saber si tú o alguien cercano podría estar experimentando esta condición, sigue leyendo, porque en las siguientes líneas te explicaré en qué consiste y cuáles son sus principales causas.
¿Qué es el síndrome de Tarzán en psicología?
Cada vez más parejas de diversas edades se ven afectadas por el síndrome de Tarzán, un término que describe la incapacidad de cerrar ciclos en las relaciones amorosas. Este comportamiento se asemeja al del personaje ficticio de Edgar Rice Burroughs, quien se balancea de liana en liana, ya que las personas con esta condición tienden a comenzar nuevas relaciones sin haber cerrado adecuadamente la anterior. A menudo, no pueden enfrentar el vacío emocional que deja una ruptura y no se dan el tiempo necesario para procesar el duelo por la pérdida del ser amado.
La psicología clasifica este fenómeno como relaciones liana, donde el individuo opta por evitar el dolor de una separación al buscar rápidamente una nueva pareja, sin haber reflexionado sobre lo sucedido. Esto implica que no se analizan los errores cometidos en relaciones pasadas ni se promueve el autoconocimiento. Como resultado, surgen comportamientos disfuncionales, como la dependencia emocional y la dificultad para construir una identidad sólida.
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¿Cuáles son las causas del Síndrome de Tarzán?
Las causas del síndrome de Tarzán son diversas y a menudo complejas. Una de las más comunes es el miedo a la soledad, que puede resultar aterrador para muchas personas, impulsándolas a buscar constantemente compañía para evitar ese sentimiento. Asimismo, la baja autoestima juega un papel importante, ya que quienes la padecen suelen depender de la validación externa para sentirse valiosos, lo que los lleva a establecer nuevas relaciones de manera continua.
Otro factor relevante es la inseguridad emocional; aquellos que carecen de confianza en sí mismos y en su capacidad para enfrentar la vida sin una pareja pueden caer en este patrón de comportamiento. Igualmente, la dependencia emocional se presenta como una causa significativa, ya que las personas que dependen emocionalmente de otros para su bienestar pueden sentirse incapaces de finalizar una relación sin tener otra ya en camino.