Hablar con tu ángel de la guarda, además de brindarte orientación espiritual para tomar mejores decisiones en momentos de angustia o desafíos, también brinda consuelo, y en la mayoría de los casos protección ante peligros o amenazas, pero a medida que crecemos vamos perdiendo la conexión que tenemos con nuestro guía, sin embargo, hay un ritual con el que podemos recuperarlo.
Si bien, existen varias formas para entablar comunicación con nuestro ser protector enviado por Dios para cuidarnos desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte, hay por lo menos un ritual que además de brindar paz a quien lo realiza, le permite mejorar su conexión con su ser espiritual.
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Eso sí, toma en cuenta que esta invocación es personal, así que cuando busquen hablar con tu ángel de la guarda, asegúrate de estar en un lugar en completa calma y donde solo estés tú.
Ritual para comunicarte y hablar con tu ángel de la guarda
Elementos que necesitas para hacer tu invocación:
- 1 vela blanca.
- Viste con ropa de color blanco.
- Una varita de incienso de un aroma que te guste.
- La oración del Ángel de la Guarda.
Procedimiento para el ritual de invocación
Ubícate en un lugar tranquilo y de preferencia limpio e iluminado por la luz natural, después enciende el incienso y deja que su aroma comience a expandirse por todo tu espacio, después encenderás la vela y tendrás que cerrar los ojos y dejarte llevar por los sonidos y sensaciones que escuches y sientas.
Vas a comenzar a meditar, piensa en los temas que quieres arreglar o la razón por la que tu guía espiritual te hace falta, ya sea para pedirle algo o incluso para agradecerle por el trabajo que hace por ti, y comienza con la primera parte de su oración en voz alta:
“Ángel de mi guarda, de mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día”, y entonces comienza a contarle cómo te sientes, qué es lo que te aqueja, lo que piensas, exprésale tus dudas y lo más importante, ten la mente abierta pues nunca sabrás de qué manera se te puede presentar.
Tal vez no de inmediato, pero si en tus sueños, con ciertos señales o incluso desde tu subconsciente mediante corazonadas, o eso a que le llaman “sexto sentido”.
Para cerrar el ritual termina la oración, “ángel de mi guarda, no me desampares porque yo sin ti me perdería”, abre los ojos y apaga la vela, con el incienso recorre el resto de espacio y déjalo prendido hasta que se consuma, si ya no quieres sentir más el olor puedes apagarlo sin problema, solo no olvides agradecer.
De forma respetuosa, al finalizar el ritual para invocar a tu ángel de la guarda, agradécele la protección y las bendiciones que te brinda, así como su compañía.