Febrero de 2024 será testigo de un fenómeno peculiar: tendrá más días que el año anterior. Pero, ¿a qué se debe esta anomalía temporal? La respuesta se encuentra en la naturaleza cíclica de los años bisiestos, un fenómeno que añade un día adicional al calendario cada cuatro años.
¿Qué es un año bisiesto y por qué ocurre?
Un año bisiesto es aquel que tiene 366 días en lugar de los habituales 365. Este ajuste se realiza mediante la adición de un día extra al según mes del año, específicamente el 29 de febrero. La razón detrás de este fenómeno está vinculada al desfase existente entre el año cronológico y el año solar.
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Cabe destacar que la palabra “bisiesto” tiene sus raíces en el latín, proveniente de la expresión “bis sextus dies ante calendas martii”, que se traduce como “repetido el sexto día antes del primer día del mes de marzo”. Este término refleja la duplicación de un día en el calendario para mantener la coherencia temporal.
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¿Cuál es la importancia de los años bisiesto?
Por otra parte, aunque comúnmente se asume que la Tierra tarda 365 días en dar una vuelta alrededor del Sol, la realidad es más compleja. El tiempo que la Tierra realmente necesita es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos. Este excedente de tiempo, aunque aparentemente pequeño, se acumula a lo largo de los años y puede afectar la precisión de nuestro calendario.
El ajuste realizado mediante los años bisiestos ayuda a preservar la alineación de las estaciones con sus fechas habituales. Sin esta corrección, las estaciones no coincidirían con los mismos meses todos los años, generando un desajuste en la experiencia del clima estacional.
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