¿Qué te pasa si te pica un pececillo de plata y qué hacer?

Lepisma Saccharina es el nombre científico con el que se denomina al pececillo de plata, que también es conocido como “bicho de la humedad” o “sardineta”. Encontrarlo en las casas es habitual debido a que se han adaptado a vivir en instalaciones en las cuales están presentes los humanos, especialmente en zonas oscuras y con más humedad, como baños, sótanos o cocinas.

Esto no resulta extraño, pues su principal fuente de alimentación es el almidón y son muchos los productos que contienen esta sustancia. De este modo es común ver al pececillo de plata en cualquier lugar donde haya una buena cantidad de papel, silicona, moho, azúcar, pelo, suciedad o incluso tejidos como algodón, lino o fibras artificiales.

En este sentido, el pececillo de plata es un insecto inofensivo debido a que no produce picaduras en el ser humano. No obstante, la presencia de este bicho si puede representar un riesgo ya que fácilmente puede convertirse en una plaga con funestas consecuencias si hay el suficiente número de ejemplares.

Así pues, aunque el pececillo de plata no pique, lo cierto es que podría ocasionar importantes daños económicos al infectar alimentos, atraer otros insectos o destruir productos con mucho almidón, como libros o fotografías.

Lo más importante para prevenir la presencia del Lepisma Saccharina en nuestro hogar es mantenerlo lo más limpio posible. Algunos gestos que nos ayudarán a evitar la proliferación del pececillo de plata: aspirar a menudo para eliminar restos de pelo, piel muerta y pelusas que se convierten en su alimento, así como mantener a raya la humedad y ventilar todos los días, aunque sólo sea durante unos minutos.

Otra acción fundamental es sellar grietas y rendijas pero no con silicona, sino con cemento o pasta selladora libre de silicona. De este modo evitaremos que puedan refugiarse en esos lugares y, además, eliminaremos una de sus principales fuentes de alimento al no tener en casa más silicona de la estrictamente necesaria.