Hay quienes no pueden dejar de beber refresco, una bebida que comenzó a popularizarse en México hace alrededor de 100 años y actualmente es una de las más consumidas en el país.
El refresco empezó su imperio de azúcar en el siglo XIX en Estados Unidos, y llegó a México hasta finales de esa época, cuando comenzó la industria refresquera con empresas como La Montañesa, fundada en 1886, aunque su popularidad aumentó en el siglo XX.
Ahora bien, se trata de una bebida azucarada, la cual según un listado de Harvard T.H. Chan School of Public Health, se recomienda evitar, ya que no ya que no es una bebida saludable como el agua, té o café, ni ideal para moderar como el alcohol, los jugos y la leche.
Este tipo de bebidas tienen azúcar añadido, o bien, otros edulcorantes como jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa, concentrados de zumo de frutas, entre otros, aquí se incluyen algunas que son en polvo, así como bebidas deportivas y energéticas.
En México es una bebida que está presente todos los días en los hogares, lo que lo ha convertido en uno de los países que más consume este líquido. Y aunque un vasito de vez en cuando podría no causar mayor daño, el consumo en exceso del refresco es perjudicial para la salud.
De acuerdo con Harvard y Healthline, beber refresco todos los días podría causar:
- Aumento de peso y obesidad.
- Deterioro cognitivo.
- Enfermedades cardiacas.
- Enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, cardiopatías y cáncer.
- Mayor riesgo de muerte prematura.
- Enfermedades hepáticas.
- Daño a los dientes.
- Acné y envejecimiento de la piel.
¿Qué pasa si dejo de beber refresco?
Debido a que en México el hábito de beber mucho refresco suele comenzar desde temprana edad abandonar el hábito podría resultar demasiado difícil. Sin embargo, a la larga traerá muchos beneficios para la salud, desde menos aumento de peso y riesgo de enfermedades crónicas, caries o desgaste del esmalte dental, además de piel sana.
Por otra parte, si eres un bebedor habitual, es posible que experimentes efectos secundarios en un primer momento como:
- Dolores de cabeza.
- Fatiga.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Baja energía.
Para combatir esta sensación, puedes intentar disminuir tu ingesta poco a poco, tomar mucha agua, dormir bien para evitar la fatiga, o bien, una opción es tomar café.