Cuando te preguntas qué no se debe hacer para caerle bien a la gente, es importante entender que la comunicación no solo depende de lo que dices, sino también de cómo lo dices. En este contexto, el lenguaje corporal juega un papel crucial, ya que gestos, expresiones faciales y postura pueden influir más en la percepción que tienen los demás de ti, incluso más que tus propias palabras. Algunos comportamientos pueden hacer la diferencia entre causar una buena impresión, caer mal o simplemente pasar desapercibido, tanto en un entorno social como profesional.
Por ello, la psicología y las técnicas de manejo de conflictos destacan la importancia de ser consciente de los gestos que utilizamos, ya que estos pueden afectar profundamente nuestras relaciones. A continuación, te presento algunos de los gestos que debes evitar para mejorar la forma en que te perciben los demás.
¿Qué se debe evitar hacer para caerle bien a la gente?
1. Cruza los brazos
Aunque no lo creas, cruzar los brazos es una postura que generalmente se interpreta como defensiva o distante. Aunque no tengas la intención de parecer cerrado, este gesto puede enviar el mensaje de que estás resistiéndote o mostrando desinterés, lo que puede crear una barrera entre tú y los demás. Es preferible mantener los brazos abiertos o relajados para transmitir receptividad y apertura.
2. Evitar el contacto visual
El contacto visual es una de las formas más efectivas de comunicar interés y confianza. No mantenerlo puede hacer que los demás perciban desinterés, ansiedad o incluso deshonestidad. En las conversaciones, mirar a los ojos demuestra que estás comprometido con lo que la otra persona está diciendo, lo cual fomenta una conexión más auténtica y positiva.
3. Mostrar expresiones faciales negativas
Las expresiones faciales son fundamentales para establecer un ambiente positivo en una interacción. Gestos como fruncir el ceño, rodar los ojos o mostrar signos de desagrado pueden crear una atmósfera negativa y alejar a los demás. Un rostro relajado, una sonrisa genuina o una expresión abierta y amigable puede hacerte parecer accesible y fácil de tratar, lo que favorece la conexión con los demás.
4. Hacer gestos exagerados o demasiado escasos
El lenguaje corporal debe encontrar un equilibrio. Los movimientos de manos excesivamente animados pueden parecer nerviosos, inseguros o incluso agresivos, mientras que no hacer casi gestos puede dar la impresión de falta de interés o apatía. Lo ideal es mantener un nivel de gesticulación que sea natural y moderado, lo que proyecta seguridad y calma.
5. Adoptar una postura cerrada
Tu postura corporal dice mucho sobre tu actitud y disposición hacia los demás. Si te inclinas hacia atrás, giras tu cuerpo lejos del interlocutor o te encorvas, podrías estar enviando señales de desinterés o incluso hostilidad. En cambio, una postura erguida, orientada hacia la persona con la que estás hablando, transmite respeto y apertura, creando un ambiente más cordial y cómodo.
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¿Por qué es importante prestar atención a los gestos negativos?
Los gestos negativos pueden tener un gran impacto en la manera en que los demás te perciben, especialmente en el ámbito profesional. Pueden afectar la dinámica de equipo, reducir la moral e incluso disminuir la productividad. Por ejemplo, en un entorno laboral, una postura cerrada o la falta de contacto visual pueden hacer que tus colegas perciban que no estás interesado o comprometido con el trabajo en equipo.
Por el contrario, practicar un lenguaje corporal positivo puede fomentar la confianza y fortalecer las relaciones. Gestos como mantener un buen contacto visual, usar movimientos de manos abiertos y asentar la cabeza en señal de acuerdo son maneras sencillas de mostrar que estás comprometido y dispuesto a escuchar. Recuerda que la comunicación no verbal tiene el poder de reforzar o contradecir lo que dices, por lo que es fundamental prestar atención a cómo te expresas más allá de las palabras.