Las vacaciones de verano recién comenzaron y la mayoría de personas aprovecha esta temporada, para correr a las playas, que cada año reciben a miles de visitantes. Las albercas y los parques acuáticos también son de las opciones predilectas de los vacacionistas; sin embargo, los expertos alertan sobre posibles infecciones que se pueden contraer en estos lugares.
¿Qué tipo de microorganismos se encuentran en las albercas?
En las albercas hay una gran cantidad de microorganismos dañinos, que provocan infecciones y enfermedades. Aquí algunos:
- Pseudomonas.
- Protozoos.
- Estafilococos.
- Estreptococos fecales.
- Coliformes fecales (Escherichia coli).
- Coliformes totales.
- Norovirus.
- Legionela (común en spas).
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Entre 2015 y 2019, más de 3 mil 600 personas se enfermaron en Estados Unidos por nadar en albercas, piscinas, jacuzzis y parques acuáticos. De acuerdo con un artículo publicado en el sitio “The Conversation”, en ese lapso de tiempo hubo 286 hospitalizaciones y trece personas fallecidas.
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¿Qué enfermedades se pueden contraer en una alberca?
Infección por Escherichia coli
Las albercas están expuestas a contaminación fecal acuática. La presencia de la Escherichia coli puede ser motivo del cierre del lugar. Es preciso mencionar que, si una persona tiene diarrea, no debería meterse al agua.
La Escherichia coli produce varias enfermedades. El peor tipo es la diarrea hemorrágica, que en ocasiones puede provocar insuficiencia renal e incluso la muerte, según información de la Biblioteca Nacional de Medicina (BNM).
La infección también se puede adquirir al tragar agua de una piscina contaminada con desechos de humanos. Entre sus síntomas se incluyen:
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- Náuseas o vómitos.
- Fuertes cólicos abdominales.
- Diarrea líquida o con mucha sangre.
- Cansancio.
- Fiebre.
La Pseudomona aeruginosa es un microorganismo que supone un problema de salud pública grave, ya que puede ocasionar dos tipos de infecciones: foliculitis de la tina y oído del nadador.
La Foliculitis de la bañera incluye erupciones cutáneas y ronchas de color rojizo en la piel. Según la BNM, causan comezón, además de ampollas llenas de pus alrededor de los folículos pilosos.
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El oído del nadador genera picor, pus y dolor en el órgano infectado. Se trata de una infección en el conducto auditivo, que va desde el tímpano hasta la parte externa de la cabeza. Suele ocasionarse por el agua residual, al no secar bien los oídos.
Pero eso no es todo, también puede provocar infecciones en la córnea o en las vías urinarias y respiratorias, acompañadas de dolores de cabeza, ardor en los ojos y fiebre.
Recomendaciones
Para no ser blanco de dichas infecciones, es necesario asegurarse de que la alberca se limpie regularmente, evitar tragar agua al nadar y no meterse si se está enfermo. Tampoco orinar dentro de la piscina, ni cambiar pañales junto a ella.
Lo recomendable es tomar una ducha rápida antes y después de meterse a la alberca, evitar que las mascotas entren al agua y secarse los oídos al salir.
