Nuestro planeta se compone de diferentes capas con una función específica y que llegan hasta el centro de la Tierra. Por un lado, tenemos la corteza que es la encargada de albergar la vida y ecosistemas de animales como los topos y tejones. Posteriormente, entre los 30 y 40 kilómetros, está el manto que abarca el 82% de su volumen y el 65% de su masa.
A 2900 kilómetros, ya cerca del centro de la Tierra, se encuentra el fondo del manto en donde se ubican unas estructuras enormes que se conocen como “grandes provincias de baja velocidad de corte” (LLSVPS en inglés) que poseen miles de kilómetros de ancho y ocupan el 6% del volumen de nuestro mundo. A su vez, estas dimensiones están aferradas al núcleo externo en el que hay un mar de metal líquido con corrientes a cámara lenta, tormentas y ciclones.
Tv azteca implementa ecotecnologías en favor del planeta.
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Esto es lo que hay en el centro de la Tierra
Después del núcleo externo, se encuentra el núcleo interno, ubicado en el centro de la Tierra. Esta suele ser descrita como una misteriosa bola densa de hierro y níquel sólidos.
Aunque esta capa en el centro de la Tierra es más pequeña que la Luna, su temperatura es igual a la de la superficie del Sol. Así mismo, su presión es tan intensa que los metales ahí se cristalizan y forman una esfera sólida.
Pese a que la tecnología avanza rápidamente, las características antes mencionadas del centro de la Tierra, hacen que sea muy difícil que el ser humano lo pueda explorar y conocer. Y es que, las condiciones que ofrece, es decir, una temperatura de 6,000°C y una presión de 3,5 millones de atmósferas son tan extremas que ninguna sonda las soportaría.
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