La anorexia sexual, también conocida como anafrodisia, es un trastorno psicológico que se caracteriza por la evitación constante de cualquier tipo de contacto íntimo, ya sea besos, caricias o relaciones sexuales. Aunque es normal tener momentos en los que no se tiene deseo, cuando esta falta de interés se vuelve recurrente o dura mucho tiempo, es importante cuestionarse si se trata de un problema más profundo. Esta condición puede afectar gravemente las relaciones de pareja, generando distanciamiento emocional y afectivo.
¿Cuáles son las causas de la anorexia sexual?
La anorexia sexual puede ser el resultado de una combinación de factores físicos, emocionales y psicológicos. Entre las principales causas se encuentran la baja autoestima, una percepción negativa del cuerpo y la dificultad para expresar los propios deseos y sentimientos.
Las personas que crecen en entornos familiares rígidos, con padres excesivamente protectores o controladores, también tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno. Además, los cambios hormonales, como la baja de testosterona en los hombres o la disminución de estrógenos en las mujeres, pueden influir significativamente en la pérdida de deseo sexual.
Factores como la depresión, el estrés intenso o el agotamiento también pueden contribuir al desarrollo de la anafrodisia. El malestar físico, producto de cirugías o lesiones, así como enfermedades como el hipotiroidismo, son otras posibles causas. Incluso, las malas experiencias previas en la intimidad, como el abuso o el estrés postraumático, pueden provocar una aversión a cualquier tipo de contacto, intensificando el rechazo hacia las relaciones íntimas.
¿Cómo afecta la anorexia sexual a las relaciones de pareja?
El impacto de la anorexia sexual en una relación de pareja es profundo. Aquellas personas que padecen este trastorno tienden a rechazar cualquier tipo de muestra de afecto o deseo, lo que gradualmente desgasta la relación. La falta de intimidad puede generar sentimientos de rechazo, frustración e incomprensión en la pareja, lo que puede llevar a un distanciamiento emocional y afectivo.
A medida que la anafrodisia avanza, las personas afectadas suelen aislarse de su pareja y pueden empezar a concentrarse en otros aspectos de la vida, como cuidar a los hijos, pasar tiempo con amigos o dedicarse a otras actividades que les permitan evitar estar a solas con el otro individuo
Si la situación empeora, incluso pueden evitar estar en la misma cama o mostrar afecto de cualquier tipo. Este distanciamiento emocional no solo deteriora la relación, sino que también puede llevar a una mayor soledad y ansiedad.
También te puede interesar: 4 razones por las que hacer ejercicio mejora el desempeño en la intimidad
¿Cómo tratar la anorexia sexual y recuperar la intimidad en la pareja?
El tratamiento de la anorexia sexual requiere una aproximación integral y el apoyo de profesionales en salud mental. Lo primero es identificar las causas subyacentes del trastorno, lo que puede implicar trabajar con un terapeuta para explorar factores emocionales y psicológicos. Si hay condiciones médicas relacionadas, como un desequilibrio hormonal o una enfermedad física, es fundamental que participen otros especialistas para abordar estos problemas.
La pareja juega un papel crucial en el tratamiento, ya que debe ser comprensiva y paciente. Es importante que el compañero o compañera no presione a la persona afectada para reanudar la actividad sexual, ya que esto solo empeoraría la situación. En cambio, el apoyo emocional, la empatía y la disposición para crear un ambiente seguro y libre de juicios son esenciales.
El tratamiento psicológico se enfoca en ayudar a la persona a aceptar y valorar su cuerpo. Técnicas como caricias, masajes y baños conscientes, donde se prioricen las sensaciones y la conexión emocional, pueden ser útiles para recuperar la confianza y la comodidad en el cuerpo.
Las técnicas de relajación también son fundamentales para reducir la ansiedad que suele acompañar a este trastorno. Asimismo, fomentar la comunicación abierta y honesta con la pareja, en un ambiente de respeto y sin presiones, es clave para reconstruir la intimidad gradualmente.