“El brócoli es una verdura multitarea”, afirma Emily Ho, profesora de Nutrición y directora del Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregon. Este humilde alimento es un verdadero aliado para el organismo, ya que está cargado de vitaminas, minerales y fitoquímicos que proporcionan una serie de ventajas para la salud. A continuación, exploramos qué enfermedades cura o previene el brócoli.
¿El brócoli ayuda a combatir el cáncer?
Uno de los compuestos más interesantes del brócoli es el sulforafano, un nutriente a base de azufre responsable de su característico olor y sabor ligeramente amargo. Investigaciones sugieren que esta sustancia puede tener propiedades anticancerígenas. Según Ho, este compuesto ayuda al organismo a producir más enzimas que eliminan toxinas como la contaminación y el humo del tabaco.
El sulforafano también actúa como un antioxidante, protegiendo al cuerpo de la inflamación. Ingrid Adams, dietista registrada, explica que el brócoli puede proteger las células de la inflamación que favorece el crecimiento del cáncer.
Un análisis reciente reveló que 17 de 23 estudios encontraron asociaciones entre el consumo de brócoli y un menor riesgo de desarrollar cánceres comunes, como los de pulmón, colon y mama. Las personas que consumían esta verdura al menos una vez a la semana tenían un 36% menos de probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con quienes no lo hacían.
Sin embargo, es importante señalar que los investigadores aún no han establecido de manera definitiva que el brócoli prevenga el cáncer. Trygve Tollefsbol, profesor de biología del Centro Oncológico Integral O’Neal, advierte que quienes consumen este alimento regularmente suelen tener otros hábitos saludables, lo que dificulta atribuir la reducción del riesgo únicamente a esta verdura.
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¿Cómo ayuda el brócoli al corazón?
El brócoli no solo es útil en la lucha contra el cáncer; también es beneficioso para el corazón. Su alto contenido de vitamina K ayuda a regular la circulación y la coagulación de la sangre. Una taza de esta verdura cruda picada proporciona alrededor de 93 microgramos de vitamina K, superando la recomendación diaria para las mujeres adultas (90 microgramos) y acercándose a la de los hombres (120 microgramos).
Además, el brócoli es rico en potasio (288 miligramos por taza), un mineral que puede ayudar a reducir la presión arterial alta. Su contenido de fibra también contribuye a reducir los niveles de colesterol malo, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
La vitamina K en el brócoli también fortalece los huesos al activar proteínas esenciales para su formación. La vitamina C, otro nutriente abundante en esta verdura, es crucial para la mineralización ósea, ya que estimula la producción de colágeno y previene que los huesos se vuelvan quebradizos. Curiosamente, una taza de este alimento crudo contiene más vitamina C que una taza de toronja.
¿Cuál es la mejor manera de comer brócoli?
Para aprovechar al máximo los beneficios del brócoli, los expertos sugieren evitar hervirlo o cocerlo en exceso. Esta verdura contiene una enzima llamada mirosinasa, que se activa al masticarlo y digerirlo, ayudando a liberar el sulforafano. Si el brócoli se cocina demasiado, se puede perder gran parte de esta enzima.
Ho indica que si la verdura está ligeramente crujiente, sigue siendo efectiva. “Si no está completamente blanda, todavía tiene algunas paredes celulares vivas, lo que significa que todavía tiene enzimas activas”, explica. Asimismo, hervir el brócoli puede hacer que algunas de sus vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C, se filtren en el agua de cocción.