La falta de apetito sexual puede ser una experiencia frustrante y confusa. Si te preguntas por qué pierdes las ganas de tener intimidad con tu pareja, debes saber que este problema es más común de lo que parece y puede estar relacionado con diferentes factores.
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¿Cuáles son las razones por las que pierdes las ganas de tener intimidad?
- Rutina y falta de satisfacción: No disfrutar plenamente del acto íntimo puede ser una de las principales razones. Según la terapeuta psicosexual Kate Moyle, si no son placenteras, es probable que pierdas las ganas de tener intimidad con tu pareja. Innovar y probar cosas nuevas puede reavivar la chispa y hacer que ambos disfruten más de la conexión física.
- Estrés y desequilibrio hormonal: El estrés crónico puede afectar negativamente tu deseo sexual. Al liberar altos niveles de cortisol, el cuerpo puede disminuir la producción de testosterona, una hormona clave en el deseo sexual. Esta combinación puede ser una razón importante por la que pierdes las ganas de tener intimidad con tu pareja.
- Uso de anticonceptivos hormonales: Los anticonceptivos pueden influir en la libido. Por su parte, la doctora Andrea Pennington señala que estos medicamentos reducen la producción natural de estrógenos, lo que puede ocasionar sequedad vaginal y hacer que la intimidad sea menos placentera.
- Ansiedad o depresión: Los trastornos emocionales también son factores clave. Según estudios de la Universidad de Michigan, la tensión física y emocional que acompaña a la ansiedad o la depresión puede disminuir la excitación y aumentar el dolor durante el acto íntimo, haciendo que pierdas las ganas de tener intimidad con tu pareja.
- Problemas de salud como la diabetes: La diabetes puede afectar la circulación sanguínea, lo que impacta directamente en el deseo sexual. Una reducción del flujo sanguíneo puede dificultar la excitación y disminuir el interés en las relaciones íntimas.
¿Qué hacer para no perder las ganas de tener intimidad?
Como ya decíamos, para no perder las ganas de tener intimidad con tu pareja, es importante mantener una comunicación abierta sobre deseos y necesidades, explorar nuevas formas de conexión emocional y física, y evitar caer en la rutina.
No obstante, algunas técnicas de relajación para reducir el estrés pueden ayudar; así como, llevar un estilo de vida saludable con ejercicio físico, una buena alimentación y la consulta de un especialista en caso de problemas hormonales o emocionales. Por último, considera que fortalecer el vínculo emocional y cuidar del bienestar individual y mutuo son claves para mantener viva la chispa en la relación.
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