Es probable que en algún momento te llevaste la sorpresa al notar que tu ojo tiembla. Si bien, puede ser extraño la primera vez, es bastante común. Llamado mioclonus del párpado o mioclonía del párpado, es un fenómeno que puede surgir repentinamente pero que no suele generar alarma a quien lo experimenta.
Entre las causas por las que tiembla tu ojo se encuentra el estrés, el cansancio ocular y hasta problemas neurológicos. A continuación, te describimos cada una de las razones detrás de este parpadeo involuntario.
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¿Cuál es la razón de que parpadea tu ojo?
- Fatiga ocular: En primer lugar, parpadea tu ojo porque tal vez pasas mucho tiempo frente a una pantalla o realizas actividades que requieren de mucha concentración visual como leer.
- Estrés y ansiedad: Desde luego, estos desencadenantes no pueden faltar. En este sentido, parpadea tu ojo porque el estrés provoca tensión en los músculos faciales y oculares.
- Consumo de bebidas estimulantes: Debido a que despiertan al sistema nervioso y causan temblores musculares, tomar este tipo de bebidas se conecta con que parpadea tu ojo de vez en cuando.
- Fatiga corporal: Al respecto, la falta de sueño, el agotamiento físico y el estrés pueden llevar al parpadeo involuntario de tu ojo. Esto sucede porque afecta la manera en que funcionan los músculos y los músculos del párpado no son excepción.
- Deficiencia de minerales: Así mismo, una mala alimentación y la falta de magnesio son una causa de este movimiento involuntario del ojo. Por lo que, una dieta equilibrada es importante para evitarlo.
- Síndrome de ojo seco: Esta afección se genera cuando no hay suficiente producción de lágrimas o la calidad de las mismas es suficiente. Entonces, provoca irritación en la superficie ocular.
- Problemas neurológicos: Por último, como decíamos anteriormente, tal vez parpadea tu ojo debido a una enfermedad neurológica como puede ser el síndrome de Tourette o el blefaroespasmo.
A pesar de que el movimiento involuntario del ojo es inofensivo en la mayoría de los casos, existen algunos síntomas que indicarían que es momento de visitar al doctor. Por ejemplo, dolor ocular, enrojecimiento, hinchazón o cambios en la visión.
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