En un mundo globalizado donde la mayoría sigue el ritmo del calendario gregoriano, existe un país que parece vivir en una época diferente: Etiopía. Mientras nosotros estamos en 2024 , ellos aún se encuentran en el 2016. Pero, ¿cómo es posible? La respuesta se encuentra en su calendario único y una historia de resistencia. Te contamos todo los detalles.
¿Por qué Etiopía está en el año 2016?
Etiopía se rige por el calendario ge’ez, un sistema que se remonta a la Iglesia Ortodoxa Etíope. Este calendario calcula el nacimiento de Jesús de una manera distinta al calendario gregoriano, lo que resulta en una diferencia de aproximadamente siete a ocho años. Pero esta no es la única peculiaridad. El calendario etíope se compone de 13 meses: doce de ellos con 30 días cada uno, y un decimotercer mes llamado Pagume, que cuenta con 5 o 6 días, dependiendo de si el año es bisiesto.
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¡Se puso bueno el último Ultimátum de este año!
La adopción y persistencia de este calendario no es una simple anécdota. Etiopía es uno de los pocos países africanos que nunca fue colonizado completamente. Esta independencia les permitió conservar sus propias tradiciones y costumbres, incluyendo su sistema de medición del tiempo. La resistencia a la colonización se convirtió en un símbolo de identidad nacional, y el calendario ge’ez forma parte integral de esa identidad.
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¿Cómo celebran el Año Nuevo en Etiopía?
Es importante señalar que el Año Nuevo etíope, conocido como Enkutatash, se celebra el 11 de septiembre (o el 12 en años bisiestos). Esta fecha marca el final de la temporada de lluvias y el florecimiento de las flores, simbolizando la esperanza, así como un nuevo comienzo. Además, como en la mayoría de los países, es una festividad llena de alegría y significado cultural, donde las familias se reúnen para disfrutarlo.