Es probable que hayas pasado por momentos incómodos tratando de contener un gas en público. Sin embargo, aunque pueda parecer de buena educación, aguantarse los gases no es la mejor idea para tu salud. Este acto natural tiene una función importante en nuestro organismo y retenerlo puede traer problemas. Aquí te contamos por qué ocurre este fenómeno y por qué es mejor no contenerlo.
¿Por qué ocurren los gases?
Antes que todo, es importante destacar que los gases son parte del funcionamiento normal del sistema digestivo. Se generan cuando tragamos aire al comer o hablar y como resultado de la digestión de ciertos alimentos.
Algunos de los alimentos que suelen aumentar la producción de gases son las legumbres, el brócoli, la coliflor y las bebidas carbonatadas. Además, hay factores como el uso de antibióticos, el síndrome del intestino irritable y la mala absorción de nutrientes que pueden incrementar la cantidad de gases en el cuerpo.
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De acuerdo con la Universidad de Harvard, una persona promedio expulsa alrededor de 14 gases al día, lo cual es perfectamente normal. Si bien algunos alimentos y hábitos aumentan esta cantidad, no debe verse como algo negativo, ya que el cuerpo simplemente está realizando su trabajo.
¿Por qué no deberías aguantarte los gases?
Sin embargo, aunque a veces parezca una opción socialmente adecuada, contener los gases puede traer consecuencias para la salud. Según el portal Medical News Today, aguantarse ocasionalmente no es un problema, pero convertirlo en hábito puede ser dañino. Retener las flatulencias genera presión en el sistema digestivo, lo que puede causar distensión abdominal y malestar.
Además, en personas con afecciones digestivas previas, esta presión extra puede empeorar los síntomas de forma considerable. Algunas de las molestias más comunes al retener gases son el dolor abdominal y el estreñimiento. Estos síntomas ocurren porque, al no liberar el gas, se produce una acumulación que obliga al intestino a trabajar de más, afectando el funcionamiento normal del sistema digestivo.
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Es importante recordar que la salud siempre debe estar por encima de la incomodidad social. Así que la próxima vez que sientas un gas, no te sientas mal al dejarlo ir. Tu cuerpo te lo agradecerá.
