El comportamiento agresivo en los caninos del hogar es un tema que ha generado preocupación tanto en tutores como en expertos. Aunque la mayoría de las veces los lomitos son animales cariñosos y fieles, en ocasiones pueden llegar a lastimar a las personas. Las razones detrás de este comportamiento son diversas y van desde accidentes durante el juego hasta reacciones instintivas de defensa. A continuación, exploramos algunas de las causas más comunes de por qué los perros de casa pueden llegar a morder y cómo manejar estas situaciones.
¿Qué pasa cuando mi perro muerde a una persona?
Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria (AVMA), una de las principales causas de mordeduras en perros domésticos es el accidente durante el juego. Muchos caninos, especialmente los cachorros, pueden morder de manera accidental mientras juegan con los miembros de la familia. Sin embargo, las mordeduras también pueden ocurrir como una reacción a situaciones en las que el canino se siente estresado, amenazado o asustado.
El artículo académico publicado por la Universidad de Harvard señala que los perros tienden a morder cuando no pueden escapar de una situación que les resulta incómoda o peligrosa. Los lomitos también pueden ser más propensos a realizar esta acción cuando se sienten territorialmente vulnerables o si están protegiendo algo que consideran valioso, como su comida, juguetes o espacio personal.
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¿Por qué los perros de casa son más propensos a morder a los niños?
El artículo de Harvard también destaca que, aunque las mordeduras pueden ocurrir en cualquier persona, los niños son especialmente vulnerables. Más de la mitad de los casos de mordeduras de perros ocurren en infantes, quienes, según la investigación, tienen muchas más probabilidades de sufrir lesiones graves que los adultos.
Esto se debe a que los pequeños suelen tener menos conciencia sobre las señales de incomodidad de un canino y tienden a acercarse a los animales de manera más descuidada e incluso irrespetuosa. En muchos casos, los niños no entienden la importancia de respetar el espacio personal de un perro, como cuando está comiendo, durmiendo o cuidando a sus cachorros.
El doctor Baugh recomienda que los padres nunca dejen a los niños solos con un perro y les enseñen a respetar a los animales en todo momento. Un estudio realizado en el Hospital General de Massachusetts durante un período de 20 años encontró que el 88% de las mordeduras registradas fueron causadas por perros conocidos por las víctimas, lo que sugiere que la familiaridad no siempre garantiza la seguridad.
En resumen, las mordeduras de perros de casa pueden ocurrir por una variedad de razones, desde un juego brusco hasta reacciones instintivas de defensa. Entender las señales de estrés y malestar de un canino es clave para prevenir incidentes. Asimismo, es fundamental enseñar a los niños cómo interactuar de manera segura y respetuosa con las mascotas para evitar accidentes. Con la educación adecuada y un enfoque preventivo, las conductas agresivas en lomitos pueden ser minimizadas, garantizando una convivencia armoniosa entre humanos y sus fieles compañeros.