Los sonidos intestinales, conocidos como borborigmos, son ruidos producidos dentro de los intestinos durante el proceso de digestión. Estos sonidos, aunque normales, pueden variar en frecuencia e intensidad; sin embargo, los gruñidos constantes o inusualmente fuertes, así como la ausencia total de que gruñe el estómago, pueden señalar problemas subyacentes que requieren atención médica. Aquí te contamos por qué ocurre y qué puedes hacer al respecto.
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Las causas por las que te gruñe el estómago
La razón por la que gruñe el estómago se relaciona con el paso de alimentos, líquidos, jugos digestivos y aire a través de los intestinos. Sin embargo, una de las razones más comunes de estos gruñidos es el hambre. Según un artículo publicado, cuando una persona tiene hambre, el cerebro libera sustancias similares a las hormonas que activan el deseo de comer y envía señales a los intestinos y al estómago. Este proceso activa los músculos del sistema digestivo, que se contraen y causan los característicos sonidos.
Después de comer, el abdomen puede continuar con los ruidos mientras los intestinos procesan los alimentos consumidos. Las paredes del tracto gastrointestinal se contraen para mezclar y mover el alimento a través de los intestinos en un proceso conocido como peristalsis. Este proceso, que facilita la digestión, también genera los ruidos que se escuchan después de comer. La peristalsis puede ocurrir varias horas después de una comida y, en algunos casos, incluso por la noche mientras se duerme.
¿Cuáles son los tipos de borborigmos y cómo prevenirlos?
Los borborigmos, o motivos por los que gruñe el estómago, se pueden clasificar en tres categorías: normales, hipoactivos e hiperactivos. Los sonidos normales indican que los intestinos funcionan correctamente, los hipoactivos señalan una disminución en la actividad intestinal, y los hiperactivos, más fuertes, están relacionados con un aumento en la actividad intestinal, que puede ocurrir después de comer o durante episodios de diarrea.
Si bien, los sonidos hipoactivos e hiperactivos ocasionales son normales, las variaciones frecuentes junto con otros síntomas inusuales pueden indicar un problema médico más serio. Pero si notas síntomas como: exceso de gases, fiebre, náuseas, vómitos, diarrea frecuente, estreñimiento, heces con sangre, acidez estomacal persistente, pérdida de peso involuntaria y repentina, o sensación de llenura constante, es importante consultar a un médico.
Para el gruñido estomacal normal, generalmente no se requiere tratamiento. Sin embargo, los siguientes consejos pueden ayudar a reducir la frecuencia y la intensidad de estos sonidos: beber agua, comer algo, masticar despacio, limitar azúcar, alcohol y alimentos ácidos, evitar alimentos y bebidas que causan gases, controlar las porciones, mantenerse activo, reducir el estrés y tratar problemas gastrointestinales si es necesario.
Así que, si alguna vez te has preguntado por qué te gruñe el estómago, ahora sabes que es una parte normal del proceso digestivo. Solo presta atención si los sonidos vienen acompañados de otros síntomas que podrían indicar un problema de salud.
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