El 2024 ha iniciado con todo y en lo que va del mes de enero nos ha regalado espectaculares atardeceres rojizos en la Ciudad de México (CDMX), mismos que han maravillado a propios y a extraños con su belleza.
La semana pasada fuimos testigos los capitalinos de un espectáculo sinigual, gracias a la formación de increíbles nubes lenticulares que nos regalaron un atardecer memorable, pero ¿te has preguntado por qué se pone rojizo el cielo?
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¿Qué son las nubes lenticulares?
Las nubes lenticulares son un tipo de nube que se forma en las crestas de las ondas de montaña. Estas nubes tienen una forma de lente convexa y a menudo se asemejan a discos o platillos voladores. Son más comunes en áreas montañosas, pero también pueden formarse sobre colinas y otras elevaciones.
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Las nubes lenticulares se desarrollan cuando el aire húmedo asciende sobre una barrera geográfica, como una montaña, y luego se enfría y condensa en la cima de las ondas de aire que se forman en el lado descendente de la montaña. Estas nubes suelen mantener una posición estacionaria con respecto al terreno, ya que se forman en la parte superior de las ondas de montaña y se disipan en el lado descendente.
La apariencia de las nubes lenticulares puede variar, pero a menudo tienen bordes bien definidos y pueden tener varias capas. Estas nubes son conocidas por su aspecto peculiar y se consideran un fenómeno atmosférico interesante. Además, pueden indicar la presencia de fuertes vientos en las capas altas de la atmósfera.
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¿Por qué el cielo se pone rojo?
El color rojizo del cielo puede deberse a varios factores, y la explicación puede variar según las circunstancias. Algunas de las razones comunes por las cuales el cielo puede adquirir tonalidades rojizas incluyen:
- Atardecer o amanecer: Durante el atardecer o el amanecer, la luz solar tiene que pasar a través de una mayor cantidad de atmósfera antes de llegar a la superficie terrestre. En este proceso, la luz azul y violeta tiende a dispersarse más, mientras que la luz roja y naranja es menos dispersada. Esto resulta en un cielo con tonalidades cálidas, que van desde el amarillo hasta el rojo.
- Partículas en la atmósfera: Las partículas en la atmósfera, como el polvo, los aerosoles y las partículas suspendidas en el aire, pueden dispersar la luz de manera selectiva. En particular, la luz azul tiende a dispersarse más que la luz roja. Durante ciertas condiciones atmosféricas, como la presencia de polvo o contaminantes, la luz solar puede ser dispersada de tal manera que el cielo adquiera tonalidades rojizas.
- Presencia de humo: La presencia de humo en la atmósfera debido a incendios forestales u otras fuentes de humo puede afectar el color del cielo. Las partículas de humo pueden dispersar la luz de manera similar a como lo hacen las partículas atmosféricas, contribuyendo a un cielo rojizo.
- Contaminación lumínica: En áreas urbanas con mucha contaminación lumínica, la luz artificial dispersada en la atmósfera también puede contribuir a cambios en el color del cielo, especialmente al atardecer.
En resumen, el color rojizo del cielo a menudo está relacionado con la forma en que la luz solar interactúa con la atmósfera y sus componentes. Las condiciones específicas del entorno y la atmósfera determinarán la intensidad y la tonalidad del color rojizo observado.
¿Seguirán habiendo atardeceres rojizos con nubes lenticualres?
Guillermo Montero, del Grupo de Física de Nubes del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, indicó que es poco probable que siga habiendo cielos rojizos en la CDMX, ya que ya no existen condiciones de humedad en la atmósfera.
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