Podrías pensar que poner una botella de agua en el congelador es una forma ingeniosa de obtener agua fría rápidamente, pero ¿sabías que esto podría representar un riesgo tanto para tus electrodomésticos como para tu seguridad? A continuación te explicamos el por qué.
¿Qué sucede con el agua cuando se congela?
Las sustancias tienden a comprimirse cuando se congelan. Sin embargo, el agua es una excepción notable en este caso. Es la única sustancia en la Tierra que se expande cuando se vuelve sólida. Este fenómeno es lo que permite que el hielo flote sobre el agua y que la vida prospere debajo de los lagos congelados.
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Pero, ¿cuánto se expande el agua cuando se congela? La respuesta es sorprendente: entre un 9 y un 10% de su volumen. Esta expansión puede causar estragos en las botellas que contienen agua congelada.
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¿Cuál es el peligro real de poner botellas de agua en el congelador?
En este sentido, el peligro radica en el riesgo de que las botellas se rompan debido a la expansión del agua al congelarse. Los expertos advierten que esta práctica no solo es potencialmente peligrosa para tus electrodomésticos, sino que también podría dañar otros alimentos almacenados en el congelador. Imagina abrir el congelador y encontrarte con un desastre, todo como resultado de una simple botella de agua congelada que estalló.
¿Cómo puedes evitar este peligro?
Si realmente necesitas agua fría rápidamente, hay alternativas más seguras. En lugar de congelar botellas de agua, considera congelar cubitos de hielo. Esta opción no solo es más segura, sino que también te permite controlar mejor la cantidad de agua que estás congelando. Además, al no llenar las bandejas de hielo hasta el borde, reduces el riesgo de que el agua se expanda y cause daños.
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