La presencia de bichos dentro del hogar nunca es agradable debido a que ellos son transmisores de enfermedades y plagas. Una de estas especies es el pececillo de plata, también conocidos como sardineta o Lepisma Saccharina, los cuales reciben su nombre por su color plateado blanquecino y su forma alargada, como de un pez. Aunque desagradable, su presencia en el hogar ha creado grandes controversias sobre los riesgos que implica tenerlos.
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¿Cuáles son las creencias más comunes sobre los pececillos de plata?
Existen varios mitos sobre la presencia de los pececillos de plata como el que se metan en los oídos, que son ‘come cerebros’ o dejan sus huevos en el interior de las personas. Este tipo de creencias se deben a que por su diminuto tamaño, (miden entre 12 y 19 milímetros) sería fácil que entren al cuerpo humano aunque en realidad no hay prueba que se introduzcan en el cuerpo humano.
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¿Por qué es mejor evitar la propagación de los pececillos de plata?
Aunque estos insectos se puedan propagar por el hogar (en especial si hay mucha humedad), es recomendable eliminarlos antes de que se genere una plaga. Estos diminutos bichos comen solo papel debido a que sus dientes son diminutos y frágiles, lo que hace imposible morder a un humano además que rehúyen la presencia humana y animal debido a que saben que son predadores más grandes.
Un riesgo podría ser que los pececillos de plata mudan de piel conforme van creciendo, acumulando y atrayendo el polvo provocando reacciones alérgicas en algunas personas. También se han hecho estudios para determinar si este cambio de piel es causante de problemas respiratorios aunque la investigación sigue en curso.
Los pececillos de plata suelen esconderse en las grietas o lugares oscuros y húmedos dentro del hogar, por lo que una limpieza a profundidad es la única solución a este problema.