Algunas especies de insectos han aprendido a convivir con nosotros, en nuestros hogares, incluso volviéndose una plaga de lo más molesta y hasta peligrosa. Uno de ellos es el pececillo de plata o Lepisma Saccharina, como cita su nombre científico.
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¿Qué es el pececillo de plata?
Al pececillo de plata también se le conoce popularmente como “sardinera” o “bicho de la humedad”. Por lo general, vive en las zonas más oscuras y con humedad de las casas, es decir, en los baños, sótanos o cocinas porque su principal alimento es el almidón.
En otras palabras, el insecto habitará espacios donde encuentre papel, silicona, moho, azúcar, pelo, suciedad o incluso tejidos con algodón, lino o fibras artificiales debido a que estos tienen almidón.
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¿Cuáles son las características del pececillo de plata?
Una característica de los “bichos de la humedad” es su forma alargada y sus dos largas antenas en la cabeza y filamento como cola. Sobre todo, lo que destaca al pececillo de plata es su color, ya que es muy similar de los peces y emite destellos en función de cómo refleja la luz sobre ellos.
El Lepisma Saccharina es nocturno y hace su nido en pequeñas grietas y hendiduras de la casa. Por lo que, es común encontrarlos cerca de los rodapiés y los marcos de puertas y ventanas.
Por esta razón el pececillo de plata es un peligro
Como decíamos antes, el papel es uno de los materiales favoritos del pececillo de plata. Entonces, ciertas instalaciones como las bibliotecas o instituciones públicas, en las que podría existir una acumulación de papel, son propensas a ser víctimas de una plaga de estos insectos.
Si bien, la “sardinera” es inofensiva porque no muerde o produce picaduras en los seres humanos, en gran cantidad es peligrosa, ya que podría generar daños económicos al comer productos con almidón como libros y fotografías. Así como, infectar alimentos y atraer otros insectos.
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Pero una forma de mantener libres nuestros espacios del pececillo de plata es estando lo más limpios posible. En otras palabras, aspirar a menudo y mantener a raya la humedad y ventilar todos los días. Así mismo, sellar grietas y rendijas con cemento o pasta selladora libre de siliconas.
