En el mundo de la espiritualidad y el esoterismo, los cuarzos son un elemento presente en rituales de protección en contra de las malas vibras, de limpieza energética e incluso para atraer buena fortuna en los distintos ámbitos de la vida como el dinero, la salud, el amor o el dinero.
Los cuarzos son minerales comunes que pueden ser encontrados en la superficie del planeta tierra, algunos de ellos incluso forman parte de los materiales con los que se fabrican diversos artículos del ramo tecnológico. Aunque de acuerdo con prácticas espirituales como el Feng Shui estas piedras también tienen importantes propiedades energéticas.
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Cada uno de los cuarzos que existe se compone de dos minerales sencillos: la sílice y el oxígeno. Estos elementos se localizan dentro de cuevas o en montañas y tienen muchos colores, formas y materiales distintos y también se relacionan con distintas propiedades espirituales.
¿Cuáles son los tipos de cuarzos y para qué sirven?
De acuerdo con expertos, a grandes rasgos los cuarzos se pueden dividir en dos tipos:
Cuarzos macrocristalinos
Estos cuarzos son denominados por el nombre con el que se les conoce de manera individual y se clasifican acorde al color del cristal, algunos de ellos pueden alcanzar tamaños realmente grandes, los que se relacionan con propiedades espirituales son: Amatista, Citrino, Cuarzo azul, Cuarzo rosa, Cuarzo ahumado, Cuarzo Titanio, Cuarzo blanco, Cuarzo negro, Prasiolita, Ametrino y Jacinto de Compostela, entre muchos otros.
Cuarzos microcristalinos
Estos cuarzos son cristales realmente pequeños que incluso parecen compactados y también son denominados y clasificados dependiendo de su color, algunos de los más populares en la espiritualidad son: Calcedonia, Cornalina, Ónix, Jaspe, Ojo de Tigre, Crisoprasa, Heliotropo o el Ópalo, Ágata, Ágata de fuego y Ágata azul.
Expertos han revelado que debido a que existe una gran variedad de cuarzos cada uno tiene un significado y utilidad particular que puede ser consultada en el lugar en donde los adquiramos. La mayoría posee propiedades energéticas purificadoras, de protección y de atracción de la buena energía.
