Pan de muerto: Origen, historia y tipos en México

Estamos a escasos días de celebrar el Día de Muertos, una de las festividades más emotivas y representativas de México que incluso fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2008. Durante estas fechas se coloca una ofrenda que comprende diversos objetos y alimentos como el pan de muerto.

No existe una teoría única sobre el origen del pan de muerto, aunque existen dos que pueden darnos un acercamiento. Una tiene que ver con la ofrenda de la diosa Cihuapipiltin, dedicada a las mujeres que morían en el primer parto. Se creía que sus almas rondaban por el aire causando enfermedades entre los niños, por ello les hacían regalos en el templo o en las encrucijadas del camino.

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Las ofrendas eran panes de diversas figuras, estaban hechos de amaranto, así como pan de anzimo, hecho de maíz seco y tostado. Huitzilopochtlo también tenía este tipo de celebraciones, en ellas adornaban un gran ídolo y lo vestían; elaboraban huesos grandes que depositaban a los pies, relata el fray Diego de Durán en sus crónicas.

En aquel entonces también se hacia el “huitlatamalli”, una especie de tamal, equivalente al pan de muerto, menciona el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Con la llegada de los españoles la ofrenda de Día de Muertos evolucionó y se le agregaron elementos como flores, ceras, velas y veladoras, además de sahumerio de copal, comida y flores de cempasúchil.

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Así mismo, con la conquista nació el pan de muerto como ahora lo conocemos, ya que quedaron impactados con los sacrificios que se realizaban en las ceremonias religiosas. “Espantados por los sacrificios (…) elaboraron un pan de trigo bañado en azúcar pintado en rojo”, explica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, con este buscaban simbolizar el corazón y la sangre de la persona que iban a sacrificar.

Lo más característico del pan de muerto es la forma en la que está adornado, pues además de ser redondo, cuenta con una singular decoración. Aquí te decimos qué significa, según el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana.

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• Forma redonda: Asemeja un montículo de tierra con el que se cubre el féretro. Aunque algunos consideran que hace referencia a la continuidad entre la vida y la muerte.
• Canillas: Son las decoraciones de la parte superior del pan, simbolizan los huesos de las piernas y los brazos, pero también se cree que son las lágrimas de los difuntos. Se sabe que las canillas se colocan en dirección a los cuatro puntos cardinales dedicados a Quetzalcóatl, Xipetotec, Tláloc y Tezcatlipoca.
• Bolita superior: Casi siempre hay una bolita en la parte superior del pan. Se dice que es el cráneo, pero también el corazón.

En México existen diferentes tipos de pan de muerto, esto depende de la región; sin embargo los más comunes son:

• Golletes: Rosca de color rosa que se relaciona con los tzompantli y los cráneos de los guerreros en combate. Son originarios de Mizxquic.
• Panes bordados: Son populares en San Pablo Villa de Mitla, Oaxaca. Están decorados con grecas de betún, harina y azúcar.
• Fantasmas: Es típico de Guanajuato, tiene forma de ser humano y tiene glaseado blanco y en el centro tienen azúcar de color rosa.
• Muertitos: Se tradicionales en Guerrero y Michoacán, se elaboran con azúcar, levadura, harina, canela y huevos.
• Cajitas de arroz: Se elaboran en Teololoapan y algunas comunidades guerrerenses. Se dice que representan los ataúdes.
• Moriscas: Son populares en Hidalgo y están hechos de harina, canela y pulque. Algunos están adornados de azúcar de colores.
• Pan de ánima: Se elaboran en las ocho regiones de Oaxaca, son antropomorfos. Se espolvorean con azúcar blanca o roja, dependiendo de la edad del difunto.