Si tienes en tus bolsillos una moneda conmemorativa de 1982, podrías estar sentado sobre un auténtico tesoro. En México, esta joya numismática ha capturado la atención de coleccionistas y entusiastas, llegando a alcanzar un valor impresionante de 3.2 millones de pesos. En esta ocasión vamos a detallarte esta pecunia que ha despertado el interés de muchos.
¿Cuál es la moneda conmemorativa de 1982 que vale millones de pesos?
La moneda en cuestión presenta en su reverso la figura imponente de Coyolxauhqui, la diosa azteca de la Luna, rodeada de elementos simbólicos como el símbolo "$", el número “50", la inscripción “coyolxauhqui”, y una referencia al majestuoso Templo Mayor de México. Además, se aprecia el año de acuñación y el distintivo de la Casa de Moneda de México, representado por la letra “M°". El marco liso con gráficos en forma de greca añade un toque de elegancia, rematando verticalmente en la parte superior e inferior.
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En el anverso, el escudo nacional mexicano toma protagonismo en un relieve escultórico, rodeado por la leyenda “ESTADOS UNIDOS MEXICANOS” que forma un semicírculo superior. Estos detalles cuidadosamente grabados dan a la moneda un carácter único y auténtico.
La moneda fue lanzada al público en 1982, con un diámetro de 35.0 mm y un peso de 19.8 gramos. Su composición de cuproníquel la convierte en una pieza duradera y resistente al paso del tiempo. Su forma circular la hace fácilmente reconocible entre otras monedas de colección. ¿Pero por qué esta moneda específica alcanza un valor tan excepcional?
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¿Por qué vale tanto esta moneda?
La respuesta yace en su historia. Pertenece a la familia AA del Banco de México (Banxico), las cuales fueron puestas en circulación en las décadas de los setenta y ochenta. Para 1992, estas piezas ya estaban en proceso de retiro, marcando el fin de su emisión y contribuyendo así a su rareza, así como su valor en el mercado de coleccionistas.
El atractivo de esta moneda no solo radica en su diseño y composición, sino en su escasez. La combinación de factores históricos y la limitada disponibilidad en el mercado ha llevado a que los coleccionistas estén dispuestos a desembolsar sumas extraordinarias para añadir esta pieza única a sus colecciones.