El Océano Atlántico es protagonista de un extraño fenómeno cada vez más visible, es decir, se hace más grande. Aunque puede estar relacionado al movimiento de las placas tectónicas debajo de los mares, de acuerdo con un equipo de investigadores, hay otra razón más.
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Todo por un estudio que data del 2016 en el que zarparon hacia la zona más ancha del Océano Atlántico, ubicada entre Sudamérica y África. Pese a que no es la ruta más popular, los expertos decidieron que este sería el punto de partida de la investigación porque descansa sobre la cordillera del Atlántico medio.
Los investigadores liderados por Matthew Agius, investigador postdoctoral en la Universidad de Southampton, descubrieron que debajo de las aguas oceánicas, según el análisis y el material obtenido, las ondas sísmicas se comportan distinto.
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Si bien, Agius y su equipo observaron la condición de placas tectónicas jóvenes y viejas, también encontraron algo todavía más profundo. En concreto, las crestas tectónicas se están haciendo más delgadas, lo que podría propiciar que las masas continentales se separen con más rapidez.
“No está claro si este proceso solo está relacionado con la cordillera del Atlántico medio o si todas las cordilleras del mundo experimentan lo mismo”, señala el principal autor del estudio. “El tirón todavía está ahí, solo nos gustaría determinar ahora si todas las crestas están experimentando empuje también”.
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Así, el investigador deja ver que solo estudiaron una pequeña parte del fondo del Océano Atlántico y que, a pesar de que sus descubrimientos son importantes, todavía son limitados. Por esta misma razón, no hay explicación exacta de por qué este cuerpo de agua se ha expandido últimamente.
