La numerología es una práctica relacionada con la espiritualidad que nos permite conocer aspectos ocultos de nuestra personalidad, pero también cosas de nuestro destino o sobre el propósito que hemos venido a cumplir al mundo, especialmente cuando se habla de nuestro núcleo familiar.
En este sentido, expertos en la materia han dado a conocer cómo puedes saber tu propósito en tu árbol familiar, calculando tu número de vida con tu fecha de nacimiento, ya que este es el mensaje que desean transmitirte los Ángeles Guardianes desde la otra dimensión.
Este es tu propósito dentro de tu árbol familiar, según la numerología
La numerología indica que las personas deben sumar todas las cifras de su fecha de nacimiento y posteriormente ir sumando los resultados hasta que este sean un número del 1 al 9, así podrán saber con exactitud cuál es su propósito en el árbol familiar o genealógico.
Te puede interesar: Este es el significado de tu nombre, según la numerología pitagórica
Por ejemplo, si naciste el 5 de enero del 2000 deberás sumar 5+1+2=8, este es tu número de destino para conocer tu tarea dentro de tu legado familiar.
Para las personas nacidas bajo el 1, 6 y 8 la numerología indica que su misión en la vida es las relaciones de pareja pues ellos serán los que limpien todo lo negativo de los romances que existieron entre sus antepasados. Algunas cuestiones como dependencia y vínculos violentos o disfuncionales, así como parejas tóxicas llegarán a tu vida para que puedas sanar desde la madurez.
Para quienes tienen los números 2, 5 y 9 la numerología asegura que son personas limpiadoras del dolor, especialmente aquél relacionado con la sociedad, tales como la falta de reconocimiento, la humillación o el menosprecio. Por lo que deberán cosechar ambientes en los que se sientan respetados y aceptados.
El 3,4 y 10 son personas que limpiarán la falta de reconocimiento en el área profesional, mientras que el 7 se refiere a gente que ha venido a salir de la situación de pobreza y de los dolores físicos que dañaron a sus ancestros.
