¿Quién fue Milan Kundera? Te compartimos sus mejores frases

Este miércoles 12 de julio de 2023, el reconocido escritor checo Milan Kundera falleció en París a los 94 años de edad, según reportaron medios checos.

Sin duda, Kundera dejó una huella indeleble en la literatura contemporánea con su profunda exploración de temas filosóficos y existenciales en sus obras. Pero, ¿quién fue exactamente?

Milan Kundera fue un destacado escritor, nacido el 1 de abril de 1929 en Brno, República Checa. Reconocido a nivel mundial, Kundera dejó un legado literario duradero con sus obras que exploraban de manera profunda la condición humana, el amor, la identidad y la existencia. Su novela más conocida fue “La insoportable levedad del ser”.

La escritura de Kundera se caracterizaba por su estilo reflexivo, su aguda observación psicológica y su exploración de temas filosóficos; además, existenciales.

Su contribución a la literatura contemporánea le otorgó un lugar destacado en el canon literario y su influencia se extiende más allá de las fronteras checas. Por esta razón y para recordar al escritor, recopilamos algunas de sus mejores frases dentro de sus obras.

• Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también.
• No hay nada más pesado que la compasión. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos.
• El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer).

• El peligro del odio consiste en que nos ata al adversario en un estrecho abrazo.
• Porque esa es la única vida real para mí: vivir en el pensamiento de otro. Si no, estoy muerta en vida.
• No puedo odiarlos porque nada me une a ellos; no tengo nada que ver con ellos.

• Delante de ella me lo podía permitir todo: hasta la sinceridad, el sentimiento y el patetismo.
• El hombre debe tener ante todo el valor de ser él mismo.
• Todo depende de que el hombre sea tal como es, de que no se avergüence de querer lo que quiere y de desear lo que desea. La gente suele ser esclava de las ordenanzas.

• Puede que un hombre y una mujer estén más cerca el uno del otro cuando no viven juntos y simplemente saben que existen y que están agradecidos por existir y por saber el uno del otro. Y sólo con esto les basta para ser felices.
• El valor de una persona reside en aquello que va más allá de ella, en lo que está fuera de ella, en lo que hay de ella en los demás y para los demás.
• El amor es precisamente aquello que es ilógico.

• El amor es la exaltación del tiempo presente.
• El ser humano envejece, el final se acerca, cada instante pasa a ser siempre más apreciado y ya no queda tiempo que perder con recuerdos.
• La añoranza no intensifica la actividad de la memoria, no suscita recuerdos, se basta a sí misma, a su propia emoción, absorbida como está por su propio sufrimiento.

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