Mariana Ochoa por poco no la cuenta, y es que lo que inició como un viaje tranquilo a Guadalajara para transmitir su programa de radio ‘Café Globo’ en un centro comercial, se transformó en una pesadilla para ella y para Bazooka Joe, quienes fueron invitados por el experto en temas paranormales, Alberto del Arco, para realizar una investigación en una zona conocida como el ‘Chernobyl Mexicano’, ubicada en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga. Cuando se encontraban en plena faena, la madrugada del sábado aparecieron tres personas que los amenazaron y amagaron con rifles, pistolas y machetes.
Así compartieron la terrible experiencia en exclusiva para Ventaneando.
Mariana Ochoa y su equipo fueron asaltados con violencia en Jalisco
Llevábamos media hora haciendo la investigación paranormal y de repente vimos a una persona con linterna, con una gorra puesta y en eso salen otros dos. Uno tenía un rifle, otro tenía un machete como de este tamaño, otro tenía una pistola. Yo no sé de pistolas, pero era una pistola pequeña
Te puede interesar: Andrés Tovar confirma auditoría a Guillermo Rosas por desfalco a RBD
Entonces nos dijeron ‘Haber no se pasen de vivos’, al piso sacaron unos costales, yo estaba al lado de mi mujer le digo ‘ya nos van a encostalar’
¿Cómo despojaron a Mariana Ochoa de sus cosas?
Debido a la oscuridad, los delincuentes no la reconocieron pero los despojaron de sus pertenencias.
Pongan aquí todas sus pertenencias, a las mujeres sí les robaron la bolsa, el celular, las cámaras, vario equipo, alguna cámara sobrevivió
Yo les dije ‘tranquilo, no pasa nada. No hay necesidad de esto, si quieres negociamos, yo te puedo dar dinero. Esto no te sirve a ti, es equipo que yo uso, vamos a la camioneta’ uno de ellos como que quería acceder, pero otro estaba muy mal, muy drogado, ‘cállate no te pases de…’ y me puso una pistola en las costillas
También te puede interesar: M’Balia revela cómo fue iniciar una nueva vida a los 40 años
¿Cómo los dejaron ir?
Pero hubo un momento en que pensaron en que la situación podría terminar en tragedia.
Estábamos, primero nos pidieron que nos sentáramos, ya nos habían quitado las cosas, nos dijeron ‘acuéstense boca abajo y quédense media hora aquí y después se pueden ir’