En los últimos años el problema del agua se ha intensificado en la República. Un ejemplo claro de esto lo vivieron recientemente algunos habitantes de la Ciudad de México, quienes reportaron un peculiar olor a gasolina en el agua que llegaba a sus hogares.
En este sentido, uno de los principales desafíos que enfrentan muchos hogares es asegurar que el agua que llega a sus hogares esté libre de contaminantes y sea apta para el consumo.
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Ante esta situación, surge la pregunta: ¿cómo saber si el agua que llega a mi casa está contaminada? Si bien determinar la presencia de contaminantes en el líquido no siempre es sencillo, existen algunas señales que pueden alertarnos sobre un posible problema.
¿Cómo saber si el agua que llega a tu casa está contaminada?
Una de las principales señales de alerta es el cambio en el color y la turbidez del agua. El agua potable debe ser transparente y sin color; si observas que esta tiene un color inusual, como tonalidades amarillentas, blanquecinas, marrones o verdes, o si se ve turbia, podría ser un indicio de contaminación.
Otra señal a tener en cuenta es la presencia de partículas anormales suspendidas en el agua. Si bien es posible que se trate de polvo o tierra, si observas otros elementos como residuos sólidos, insectos o larvas, es importante tomar medidas.
Además de los cambios visuales, los sentidos del olfato y el gusto también pueden ser útiles para detectar posibles contaminantes. El agua potable no debe tener olores desagradables. De igual manera, debe tener un sabor neutro y fresco. Si notas sabores extraños, metálicos o químicos al beberla, podría ser un indicio de contaminación.
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¿Cuáles son las consecuencias de tomar agua contaminada?
Bajo esta línea, las consecuencias de beber agua contaminada pueden variar dependiendo del tipo de contaminante presente; sin embargo, algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Enfermedades gastrointestinales: Diarrea, vómitos, náuseas y dolor abdominal son algunos de los síntomas más comunes de las enfermedades gastrointestinales causadas por agua contaminada.
- Enfermedades de la piel: El contacto con agua contaminada puede causar irritación, erupciones y otras afecciones cutáneas.
- Enfermedades a largo plazo: La exposición prolongada a agua contaminada puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como cáncer, problemas neurológicos y reproductivos.
