Las relaciones de pareja son de gran valor en la vida de muchas personas. Este tipo de afectos y emociones, deben corresponderse a relaciones humanas en condiciones de respeto e igualdad para los miembros de la pareja. No obstante, el contexto sociocultural imprime características particulares que afectan estas condiciones de igualdad y respeto, influidas entre otras razones, por los estereotipos, prejuicios sociales, tradiciones, costumbres, que son reforzadas a través de canciones, películas, telenovelas, cuentos y juegos infantiles, todo ello bajo un sistema que define roles, comportamientos, actitudes, formas de pensar de acuerdo con el género de la persona.
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En tal entorno, el amor se percibe no únicamente como una expresión del sentimiento humano hacia otra persona, sino como un ideal para alcanzar la felicidad completa. Como ideal humano, el amor se ve naturalizado como propio de la mujer en relaciones heterosexuales y monógamas.
¿Cómo funciona?
El amor romántico se vislumbra como un ideal, como una aspiración a alcanzar, por lo cual se vuelve un mito bajo el cual se establecen mandatos diferenciados para los hombres y para las mujeres. En tanto para la mujer, los mandatos del amor romántico están enfocados a la fidelidad, la sumisión y el amor a prueba de todo, en los hombres el amor romántico busca ratificar la masculinidad, el machismo y la violencia física, verbal, psicológica, sexual, patrimonial y vicaria.
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Mitos y creencias del amor romántico.
Creencias.
Entre otros, AMOR ES:
- Entrega total a otra persona.
- El amor lo puede todo, incluso cambia a la persona amada.
- Hacer de la otra persona lo único y fundamental de nuestra existencia.
- Vivir experiencias muy intensas de felicidad o sufrimiento.
- Depender de la otra persona o adaptarse a ella, postergando lo propio.
- Perdonar o justificar “todo” en nombre del amor.
- Consagrarse al bienestar de la otra persona.
- Estar “la mayor parte del tiempo” con la otra persona.
- Pensar que es imposible amar con esa intensidad.
- Sentir que nada vale tanto como la relación.
- Desesperar ante la sola idea que la persona amada se vaya.
- Vivir solo para el encuentro.
Mitos
- El amor duele.
- Una mujer sin pareja es una mujer “rota, incompleta”.
- El amor es “sentir mariposas en el estómago”.
- Se puede enamorarse en un solo día.
- El amor es entrega total.
- Para tener intercambio sexual hay que amar a la persona con la que se tiene sexo.
- La mujer es la “media naranja del hombre”.
- No basta con ser exitosa en el trabajo para estar completa, se necesita una pareja amorosa.
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¿Cómo se previene?
En la prevención de la violencia de género, es indispensable poner especial atención a las primeras manifestaciones. La educación y las construcciones sociales que ponen en superioridad de poder al hombre sobre la mujer, dificultan que el hombre modifique sus comportamientos por razones de género. Por ello, la mujer no debe esperar que “por amor”, éste cambie sus actitudes violentas. En otros casos, es indispensable tomar medidas que dificulten al agresor violentar a la mujer.
1. Prestar atención a las primeras señales de violencia en la pareja. No esperar que se vuelvan más violentas y radicales. Si es necesario, denunciar ante la autoridad.
2. Escuchar a la víctima en la familia.
3. Crear redes de apoyo entre familiares, amistades y compañeros de trabajo. Esto dificultará que el agresor continue la agresión.
4. Confianza en las redes de apoyo. De acuerdo con datos de la ENDIREH 2021, un alto porcentaje de las mujeres que sufren violencia de género no lo comparten con nadie. El control y dominio en el amor, no debe ser admitido.
5. Cortar el pacto machista que invisibiliza la violencia de género y por el contrario, lo fortalece.
6. Crear un plan de intervención en caso de una emergencia de violencia de género. Este debe incluir números de contacto necesarios de la policía local, la línea de orientación a las mujeres en tu localidad, las personas de confianza para comunicarse a través de mensajes en clave, un lugar seguro donde refugiarse que no conozca el agresor.
Es necesario transformar la forma en que se educa a hombres y mujeres sobre la sexualidad, promoviendo una reflexión crítica de los estereotipos y los mitos del amor romántico, los riesgos y abusos involucrados en ellos que dificultan alcanzar relaciones afectivas respetuosas, saludables y satisfactorias. Esta educación coadyuvará a desmontar el dominio y control en la pareja, favoreciendo relaciones de mayor igualdad entre las personas, que sin duda alguna, permitirán relaciones humanas más exitosas y de bienestar, sin violencia de género.
