De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social se conoce como adicción a las drogas, o drogadicción, al consumo
frecuente de estupefacientes, a pesar de saber las consecuencias negativas que producen. Entre otras cosas, modifican el funcionamiento del cerebro y su estructura, provocando conductas peligrosas.
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Se considera adicción, porque es difícil intentar dejar de consumirlas, ya que provocan alteraciones cerebrales en los mecanismos reguladores de la toma de decisiones y del control inhibitorio y porque el usuario de las mismas dedica gran parte de su tiempo en la búsqueda y consumo de ellas.
Para ampliar la definición de adicciones, se debe diferenciar entre una adicción física y una adicción psicológica. La adicción física ocurre en los sitios del cerebro donde las neuronas crean la necesidad del consumo compulsivo, debido a que el cuerpo se ha acostumbrado a la sustancia. En cambio, la adicción psicológica consiste en la necesidad de consumo de una sustancia, que se manifiesta a nivel emocional, ante una situación estresante, o algún problema. Por lo tanto, no existe dependencia física, debido a que no se desarrollan receptores a nivel neuronal para la acción de la sustancia adictiva.
En cuanto a la decisión de consumir por primera vez alguna sustancia con potencial adictivo, esta es casi siempre voluntaria (a excepción de aquellos casos, en donde quien consume desconoce que está ingiriendo o tomando una sustancia o le es suministrada a la fuerza). Con el consumo continuo, la persona va perdiendo la capacidad para controlar su uso, comenzando el deterioro paulatino de la salud. Esta falta de control en el consumo es el signo inequívoco de la adicción.
Una idea generalizada en la sociedad es que el consumo de la sustancia adictiva es solamente una cuestión de elección o un problema moral. Por ende, lo único que requieren las personas adictas es dejar a un lado el consumo. Sin embargo, esto es mucho más complejo, ya que el cerebro se acostumbra a las sustancias que le son suministradas y es necesario un trabajo arduo de quien consume, en colaboración con especialistas, para que el cerebro vuelva a su estado normal.
¿Cómo funciona?
Cabe recalcar que, aquellas personas con algún tipo de adicción, padecen en realidad una enfermedad, física o emocional, que les dificulta detener su consumo. A nivel biológico, cuando una persona se encuentra comprometida en la adicción, su función cerebral está alterada y demanda la continuidad en el suministro de la sustancia y en algunos casos, de un consumo cada vez mayor para mantener el mismo efecto adictivo.
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Signos que pueden ser indicativos de una adicción son:
A nivel emocional y social.
- Mal humor, excitación, ira, hostilidad, depresión.
- Mentir y robar constantemente.
- Negarse a reconocer los efectos nocivos de la sustancia adictiva.
- Evitar viejas amistades o a personas que podrían plantearles cara a cara la cuestión de las modificaciones de comportamiento.
- Tener amistades que no quiere que sus familiares conozcan o de los que no quieren hablar.
- Contestar con evasivas cuando se les pregunta dónde han estado.
- Pérdida de motivación.
- Falta de interés en la vida cotidiana.
- Faltar a clase o al trabajo.
A nivel físico.
- Somnolencia.
- Temblor.
- Ojos enrojecidos, pupilas dilatadas.
- Falta de interés en la higiene personal y aspecto descuidado.
- Arrastrar las palabras.
- Pérdida o aumento del apetito.
- Movimientos descoordinados.
- Ojeras.
- Horarios de dormir irregulares.
- Frecuentes resfriados y tos.
- Pérdida de peso.
¿Cuáles son sus causas?
De acuerdo con la Universidad de Barcelona, existen diferentes factores que inciden en la disposición a trastornos adictivos.
Factores sociales. Son decisiovos en el acceso a cierto tipo de sustancias adictivas.
La personalidad. Ciertos rasgos de la personalidad o formas de ser pueden incrementar el riesgo depadecer un trastorno adictivo.
Factores genéticos. Algunas personas son más proclives a desarrollar una adicción con base en los antecedentes biológicos de sus ascendientes.
Enfermedad mental. La presencia de una enfermedad mental incrementa el riesgo de desarrollar un trastorno adictivo.
Factores ambientales. Los estímulos ambientales también influyen en la posibilidad de adicción.
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