Durante la temporada de lluvias, es bastante normal que la ropa no esté seca a tiempo. Obviamente que cuando nos damos cuenta, nos lamentamos y seguramente nuestro trabajo fue tirado a la basura, pues después no queda otra alternativa que volver a lavar. Aquí explicaremos el por qué.
Empecemos diciendo que, para evitar esto, un buen recurso, es tener el pronóstico del clima a mano o en definitiva revisar con frecuencia. Todo para poder lavar a tiempo y no tener que trabajar doble por culpa de las lluvias.
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¿Por qué debes volver a lavar la ropa que se mojó con la lluvia?
Ya sabes que la lluvia proviene de las nubes y estas están hechas de agua, aire, polvo y de la suciedad que se encuentra en la atmósfera. Entonces, cuando llueve caen todas las partículas químicas dañinas que impregnan en la ropa ya lavada, y se quedan en ella todos los contaminantes que terminan en nuestra piel.
Cuando esto acontece, pueden traer problemas, entre ellos una posible dermatitis atópica, granitos, eczemas o generar una alergia a ciertos químicos y telas a la larga. Además, el agua de la lluvia tiene un aroma particular que se queda impregnado en la ropa y al usarla o hacer fricción se puede desprender.
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Considera estos consejos para tender la ropa y evitar que se impregna de humedad: deja espacio entre prendas, para que tarden menos tiempo en secarse, centrífuga correctamente la indumentaria, pues con ello el secado puede ser más veloz y también, pon la calefacción ya que esto puede colaborar para que el proceso sea más corto.
