La recta final de La Academia 2024 comienza a sentirse, toda esta semana los maestros y el director les han recordado a los académicos que esta es su última semana, la última oportunidad que tienen para demostrar por qué siguen ahí y por qué merecen seguir ahí para llegar hasta la gran final. Y con esto los sentimientos han estado a flor de piel, cada alumno ha expresado su sentir respecto a eso, incluso han dicho que sienten que el reto de esta semana es mucho más grande que cualquier otro. Pero estos sentimientos le han pegado a todos, incluso al director de La Academia, Héctor Martínez.
¿Por qué lloró Hector Martínez hoy en La Academia?
Como bien sabemos, esta semana comenzó una dinámica nueva en donde los profesores día con día, en punto de las 5:00 p.m., se han reunido en una junta de maestros para comentar el avance o retroceso que han tenido los académicos conforme a su desempeño durante todas estas semanas en La Academia, pero también en cada clase que han tenido día con día esta semana, ¿con qué motivo? Decidir un académico que este domingo será totalmente inmune a la eliminación.
Sin embargo, hoy los roles cambiaron, y los académicos también hicieron su cónclave para poder platicar sobre las enseñanzas que cada profesor y profesora les han dado. Cuando llegó el momento de hablar del director Héctor Martínez, todos comenzaron a hablar desde el corazón, reconociendo lo agradecidos que están con él.
Julio, en específico, externó la molestia que sentía cuando gente externa criticaba su forma de enseñar, o su manera de hablar, y dejó muy en claro que Héctor Martínez habla no solo con experiencia, sino con ganas de compartir desde el amor. Jessy explicó lo agradecido que estaba de haber entrado al proyecto y poder conocer a ser humano tan extraordinario que es, y que es su ejemplo a seguir.
Estas fueron algunas de las cosas que los académicos dijeron sobre Héctor Martínez:
Isaveli:
La cabeza de este lugar que ha sabido movernos y llevarnos a cada uno de nosotros, lo he visto como esa figura paterna que de alguna manera lo veo y digo “wow algún día quisiera tener la sabiduría y esa visión que el director tiene”.
Brisa:
El señor director es un hombre que desde que llega, impone, pero como puede mostrarse duro pero es muy sensible, siente, es muy sabio, inteligente, yo quisiera tener ese conocimiento, él se pelea con quien sea por defendernos y si se cambiaran los papeles yo también pelearía por él.
Julio:
Yo con él a mí me pasa algo muy interesante que antes de venir a la academia, cuando lo veía no sé por qué algo en mí estaba como conectado con él (...), desde que llegué él no ha sido nada más que un ejemplo para mí (...) me molesta mucho que hay gente que no lo entiende, que lo critica mucho. Muchas personas en mi vida han querido ser mis papás (...) y en menos de tres meses es una figura paterna que he encontrado.
Caro:
Para mí dentro de toda esta travesía ha sido mi gran gran maestro, tiene una capacidad de exprimirte y sacar lo mejor que hay en ti que ni siquiera tú ves, él es muy intuitivo, sabe perfectamente cómo leernos y esa sabiduría que él tiene se lo han dado los años. Me ha hecho confiar en mí y creer en mí.
Mario:
Es una persona que no necesita recordarme nada, simplemente con su presencia hace que yo regrese a muchísimas cosas. Encontramos una figura paternal. Amo la forma en la que se expresa, me encantaría algún día llegar a parecerme a lo que es él.
Jessy:
Hablar del director para mí es como difícil. Es el ser con el que más estoy agradecido. Cuando veo al director cómo es con todos ustedes... Es el papá, para mí es mi papá, que con que llegue nada más y me vea yo sé que todo va a estar bien. Es un amor tan grande que le tengo.
Mar:
Es la persona que más admiro, que más respeto en todo el mundo. Es la persona que te recuerda que se vale soñar muy en grande. Yo me sentía muy culpable por mis sueños (...) le conté de mis sueños y me dijo “sí, lo vamos a lograr, lo vamos a hacer” y yo sentí que por fin alguien en el mundo me entendía.
Edith:
Le agradezco haber visto a esa gatita salvaje dentro de ocho mil personas, por haber creído en mí mucho antes que yo lo hiciera, por enseñarme a quererme más, por valorarme, a respetarme y enseñarme a merecer. Gracias por ser ese papá que la vida no me dio en un principio.
Palabras que cada académico dijo entre lágrimas, y que hicieron que el director Héctor Martínez comenzara a ponerse rojo por el esfuerzo al intentar, fallidamente, de contener el llanto que al final terminaron saliendo de sus ojos.
