Al buscar perder peso, muchas personas enfrentan un gran desafío: niveles elevados de grelina, la hormona que estimula el apetito. Sin embargo, hay buenas noticias; se trata del jugo de espinaca para controlar la “hormona del hambre”, el cual es una excelente opción para bajar esos kilos de más. A continuación, te explico cómo prepararlo.
¿Por qué las espinacas controlan la grelina?
La grelina es una hormona clave en la regulación del apetito, producida principalmente en el estómago. Su función principal es estimular la sensación de hambre, lo que puede ser un obstáculo para quienes intentan controlar su peso. Por suerte, la espinaca puede ayudar a manejar los niveles de esta hormona debido a varias razones.
Uno de los componentes destacados de la espinaca son los glicosilatos. Estos compuestos tienen la capacidad de reducir la producción de grelina en el organismo. Al incluir espinaca en la dieta, se puede experimentar una disminución en la producción de esta hormona, lo que se traduce en una menor sensación de hambre y un mejor control sobre la ingesta de alimentos.
Además, la espinaca es rica en fibra dietética. Esta fibra no solo favorece una digestión saludable, sino que también ralentiza el vaciado del estómago. Como resultado, se genera una sensación de plenitud más prolongada, lo que puede contribuir a disminuir los niveles de grelina y ayudar a controlar el apetito.
Por último, las proteínas de origen vegetal presentes en la espinaca juegan un papel importante en la saciedad. Diversos estudios han demostrado que el consumo de proteínas puede reducir los niveles de grelina y disminuir el deseo de comer. Así, incorporar este comestibles en nuestra alimentación no solo aporta nutrientes valiosos, sino que también puede ser una estrategia efectiva para gestionar el hambre.
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¿Cómo se hace el jugo de espinaca?
Este nutritivo jugo no solo incluye espinaca, sino que también combina otros ingredientes que ofrecen importantes beneficios para controlar el apetito y facilitar la pérdida de peso, especialmente cuando se complementa con una alimentación equilibrada y ejercicio regular.
INGREDIENTES
- 1 taza de espinacas frescas
- 1 taza de uvas (puedes elegir entre verdes o moradas, según tu preferencia)
- Un trozo de jengibre fresco (aproximadamente 2 cm), pelado y picado
- 1 taza de agua (puedes añadir más si lo necesitas)
- Opcional: un puñado de chía, jugo de 1 limón para aportar antioxidantes y un puñado de perejil, que también ayuda en la quema de grasa.
PROCEDIMIENTO
- Asegúrate de que las espinacas, las uvas y el perejil estén completamente limpias para eliminar cualquier residuo de pesticidas o tierra.
- Separa las hojas de espinaca del tallo si es necesario, corta las uvas por la mitad si son grandes y pela y pica el trozo de jengibre.
- Pon las espinacas, las uvas, el jengibre y el agua en una licuadora. Si decides usar limón, exprime el jugo y agrégalo también.
- Mezcla a alta velocidad hasta obtener una textura suave y homogénea. Si prefieres un jugo más líquido, añade agua gradualmente hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Si prefieres un jugo sin pulpa, utiliza un colador fino o una bolsa para hacer leche vegetal para colar la mezcla. Si te gusta con pulpa, puedes omitir este paso.
- Vierte el jugo en un vaso y añade algunos cubos de hielo si lo deseas para que esté bien frío. ¡Disfruta de tu delicioso jugo verde recién hecho!
