Con la llegada del verano, muchos de nosotros disfrutamos de las soleadas tardes y el calor radiante que nos brinda esta estación. Sin embargo, detrás de ese calor estival se encuentra un fenómeno preocupante conocido como la Isla de Calor Urbana.
¡Cuidado con las enfermedades del estómago causadas por el calor!
¿Qué es la Isla de Calor Urbana?
La Isla de Calor Urbana es un fenómeno que se refiere al aumento de temperatura en áreas urbanas, como la Ciudad de México, en comparación con sus áreas circundantes rurales. Este incremento térmico es resultado de una combinación de factores relacionados con las actividades humanas y la infraestructura presente en las ciudades.
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Causas de la generación de la Isla de Calor Urbana:
La ICU se origina debido a diversos factores interrelacionados. Uno de los principales motivos es la sustitución de áreas verdes y naturales por superficies artificiales, como edificios, carreteras, pavimentos y concreto.
Además, la escasez de vegetación en entornos urbanos disminuye la evaporación y el enfriamiento natural del aire, agravando el problema.
El peligro de la Isla de Calor Urbana en verano:
Durante los meses más cálidos del año, como en verano, la ICU puede convertirse en un peligro para la salud y el bienestar de las personas que habitan en áreas urbanas, ya que el aumento de la temperatura puede provocar un mayor estrés, agotamiento, golpes de calor y una mayor incidencia de enfermedades relacionadas con el sol.
Además, el calor excesivo generado por dicho fenómeno, incrementa la demanda de energía para la refrigeración de edificios y viviendas, lo que resulta en un mayor consumo de electricidad y emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Cómo evitar la Isla de Calor Urbana?
Afortunadamente, existen diversas medidas que pueden ayudarnos a mitigar los efectos de la Isla de Calor Urbana y crear entornos urbanos más frescos:
- Incrementar las áreas verdes y los espacios abiertos en las ciudades, plantando árboles y creando parques y jardines.
- Fomentar la implementación de techos y paredes verdes. Estas estructuras vegetales no solo proporcionan beneficios estéticos, sino que también ayudan a absorber el calor, reducir la temperatura y mejorar la calidad del aire.
- Fomentar una movilidad sostenible, con el objetivo de reducir la congestión del tráfico y las emisiones de gases contaminantes, que contribuyen al calentamiento urbano.
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