¡Es un depravado! Irais vio a su patrón encima de una muñeca inflable
Irais vio a su patrón encima de la muñeca y fue aterrador; no se imagina cómo alguien puede satisfacerse con un pedazo de plástico. Para ella, es un depravado.
Irais vio a su patrón encima de la muñeca y fue aterrador; no se imagina cómo alguien puede satisfacerse con un pedazo de plástico. Irais salió corriendo y se lo contó a su jefa, pero ella le dijo que era normal, que ella misma le había regalado la muñeca. Irais le contestó que no quería volver a entrar a su casa, porque para ella, él es un depravado. Ahora, Irais no está dispuesta a perder su empleo porque él la culpa de haber roto la muñeca.
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